«También hizo cadenas en forma de collar, y las puso en lo alto de las columnas; además modeló den granadas, que puso en las cadenas» (2 Crónicas 3: 16).
Nuestra aventura de hoy se desarrolla en Jerusalén, frente al edificio más hermoso que he visto en mi vida: el templo de Salomón. ¡Qué hermosa decoración! Es simplemente asombroso. Salomón mandó a colocar cadenas en la parte de arriba de las columnas y colgó granadas decorativas en ellas. ¡Qué deliciosas son las granadas! Son tan dulces y jugosas.
Las granadas crecen en un árbol y tienen una cascara gruesa y áspera. A mí me encanta partirlas en dos y sacarles las pequeñas semillas. Las semillas de las granadas están cubiertas de una pulpa dulce y jugosa. Me gusta poner las semillas en mi boca y sacarles toda la pulpa. Es todo un trabajo, ¡pero sabe delicioso!
Muchas cosas en la vida también requieren de trabajo. Quizá en el futuro quieras ser un maestro, un constructor o un doctor. Necesitarás años de trabajo duro para lograrlo. Pero cuando le pedimos a Dios que nos ayude a trabajar duro para lograr las cosas que él quiere que hagamos, todo el trabajo duro dará como resultado cosas deliciosas que disfrutaremos para siempre. Así seremos como las semillas de la granada «dulces y jugosas».
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush