El hombre de la gorra sacó su violín muy cerca de la entrada de la estación de metro. Abrió la funda y la dejó en el suelo, sugiriendo que aceptaría propinas, y comenzó a tocar una pieza de Bach. Continuó tocando por 45 minutos, mientras la gente pasaba a su lado, de camino al trabajo, en Washington, D.C. Cuando terminó, había juntado 32,17 dólares. Pero lo importante no eran las propinas. Aquel era un experimento de Gebe Weingarter, un columnista del Washington Post. Si uno de los violinistas más celebrados del mundo, Joshua Bell, tocaba un concierto disfrazado de mendigo en el metro, ¿lo apreciaría alguien?
La respuesta fue «no». Más de mil personas pasaron a su lado sin siquiera mirarlo. Solo siete se detuvieron a escuchar por un minuto o más. Joshua no tenía problemas en no ser reconocido, pero descubrió que los segundos luego de terminar de interpretar cada pieza eran muy extraños. No había respuesta. En una sala de conciertos, un estruendo de aplausos se habría elevado de entre el público, que previamente habría pagado una entrada de cien dólares para oírlo. En la estación de metro, solo había un incómodo silencio.
Nadie le dijo nada lindo a Joshua. No parecían darse cuenta de que era un músico de primerísimo nivel. Tampoco apreciaron el sonido de su violín, de 3 millones y medio de dólares.
Supongo que Joshua prefiere tocar en una sala de conciertos, donde la audiencia aprecia la buena música. Y esa es la misma razón por la que vamos a la iglesia. Para crecer como cristianos, queremos estar cerca de otros que también aman a Jesús y que pueden animarnos para que seamos semejantes a él.
Cuando nos alejamos de la iglesia, la gente a nuestro alrededor puede desestimar nuestra fe cristiana y desanimarnos. Seremos como Joshua, que interpretaba música hermosa para gente ocupada que no sabía valorarla.
Cuánto mejor es interpretar tu vida en compañía de personas que aprecian al Señor. Kim
«El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente» (l Cor. 2:14).
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.