«Fíjate en Asiría, que alguna vez fue cedro del Líbano, con bello y frondoso ramaje; su copa llegaba hasta las nubes» (Ezequiel 31:3).
Hace unos cuatro meses estuvimos caminando entre los cedros del Líbano, y hablamos de lo resistente que es su madera y de la propiedad que tienen de repeler insectos. Como dice el versículo, los cedros son también árboles con copas altas y frondosas que brindan sombra a todo el bosque.
En la tierra hay bosques que se caracterizan precisamente por tener árboles de copas muy altas y frondosas. Las selvas húmedas de Sudamérica, por ejemplo, son así. Reciben este nombre porque están ubicadas en una zona donde llueve mucho. En países como Brasil hay selva húmeda. Es precisamente la lluvia la que hace que esta sea tan densa. De hecho, no podrías caminar a través de ella sin un machete o un cuchillo muy grande para cortar todas las ramas y hojas del camino. A veces la vida también puede ser así. Satanás trata de atravesarse en nuestro camino para desanimarnos. ¿Alguna vez has oído hablar de la Biblia como una «espada»? Efesios 6:7 dice que la Biblia es la espada del Espíritu. La Biblia es como un machete que nos ayuda a abrirnos paso a través de la «selva húmeda» de la vida. La Palabra de Dios puede hacernos salir con éxito de todos los problemas que se nos atraviesen. Toma hoy la espada del Espíritu y deja que Dios abra el camino para ti.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush