sábado, 19 de marzo de 2011

UN TOQUE MARAVILLOSO – 2 PARTE

Si al menos logro tocar su manto, quedaré sana (Mateo 9:21).

La enfermedad forma parte de la vida y es de suma importancia cómo reaccionamos ante ella. Algunas personas se alejan de Dios, porque lo acusan de su desgracia. Otras hacen como esta mujer, avanzan contra viento y marea hasta tocar el manto de Jesús. No siempre es fácil llegar hasta Jesús, puede que antes tengamos que superar algunos obstáculos, como le sucedió a ella.
En primer lugar estaba la multitud que la separaba del Maestro. Quizás en tu caso el ritmo trepidante de tu rutina diaria, o las responsabilidades que tienes en la iglesia o en tu trabajo constituyan el primer obstáculo en tu camino para llegar hasta Jesús.
En segundo lugar la debilidad, el rechazo, la marginación, pueden impedirte salir a la luz y vivir una vida espiritual plena. ¿Te has sentido así alguna vez? Quizás tus limitaciones físicas despiertan criticas sobre tu rendimiento. o incuso no fallen aquellos que opinan que eres una carga para tu esposo o para tus hijos. Entonces, debes saltar ese difícil obstáculo, asida de la fe. No hubo pensamiento ni critica que impidiera a esta mujer llegar hasta Jesús.
Por si esto fuera poco, ella también se sentía indigna y pecadora. La enfermedad por lo general era considerada un castigo de Dios por los pecados cometidos y esta mujer había sido acusada de estar recibiendo su merecido. Pero algo le. decía que Jesús no la trataría igual. El amor que revelaban las palabras de Cristo y su dulce mirada infundían ánimo a su corazón. No dejes que Satanás ni sus agentes te hagan sentir indigna de acercarte a Jesús. Lucha, confía y llega a los pies de tu Salvador.
Tienes aquí un ejemplo de. una fe poderosa que obra y actúa confiadamente. No existió obstáculo alguno que le impidiera llegar a su único Salvador. Para ella, la solución era Jesús. Para ti, la solución es ir a Jesús. De él no solo recibirás la sanidad física y las fuerzas para llevar tu cruz, sino también la garantía de una vida plena en un mundo libre de dolor.
Señor, ante el valle de sombra y de muerte, fortalece nuestra alabanza.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

SER Y PARECER

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 1 Samuel 16:7.

Mientras estudiaba la Licenciatura en Teología, el decano de la facultad tenía un dicho que de tanto en tanto repetía: "El cristiano no solo tiene que serlo, sino también parecerlo". Con esto trataba de mostrarnos la importancia que tienen las apariencias para la gente que nos observa, ya que el hermano de "conciencia débil" puede llegar a abandonar su fe por causa de nuestro proceder imprudente.
Ese cuidado que debemos tener en la vida espiritual es necesario también cuando existe un compromiso como el noviazgo. El joven y la señorita que están de novios no solo deben "estarlo" mientras están juntos, sino que también tienen que parecerlo cuando están separados.
Yanina estaba de novia con un joven mayor que ella, y ambos habían desarrollado como pareja una linda confianza conmigo. A menudo compartíamos inquietudes, problemas familiares y charlas informales y dedicábamos tiempo a enriquecernos mutuamente. Un día, mientras paseaba por un centro comercial con mi esposa, vi a Yanina abrazada con otro joven. En el momento no pude decirle nada, pero la señalé para que mi esposa también la viera, y continuamos caminando.
Más adelante, al conversar con ella y mencionarle lo que había visto, se sorprendió y me dijo que no había estado abrazada del otro. Cuando vio que yo no cambiaba de postura, admitió que quizá se había "apoyado" sobre el muchacho, pero que lo había hecho "sin mala intención". Yo sabía que me estaba mintiendo, que el abrazo había sido real, y no solo un "apoyo" pasajero, pero no seguí discutiendo más el asunto porque no nos llevaría a nada sano.
El compromiso que tenemos cuando nos declaramos novio o novia de otra persona, debiera llevarnos a privarnos de manifestaciones sentimentales con otro. Los abrazos, los besos, las caricias y otros tipos de expresiones cariñosas, debieran compartirse exclusivamente con la persona con quien existe un compromiso amoroso. Los seres humanos no pueden juzgar la intención o naturaleza de estas demostraciones, ya que solo "Jehová mira el corazón", pero como se juzga por "lo que está delante de los ojos", los hechos y las apariencias no debieran mostrar lo contrario.
Es verdad que en la actualidad "todo está permitido", pero no dejes que quien te vea actuar con un extraño piense que no respetas a la persona que amas.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

ALABAR

Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. Salmo 92:1.

Vivió cantando. Desde pequeño. La música corría por sus venas. ¡Había nacido para cantar!
Al principio de su carrera, exaltó el nombre de Jesús. Reconocía a Dios como el Dador de todo lo bueno que poseía. Después, vinieron la fama, los aplausos y el dinero. Y se olvidó de que su voz era un talento que Dios le había confiado. Se perdió en la selva del reconocimiento humano, las luces y la gloria terrena. Dejó de glorificar el nombre del Creador, y aceptó la gloria para sí.
Tuvo un final triste. La trágica mañana del lunes 17 de agosto de 1977, hallaron su cadáver en el piso del baño del hotel donde estaba hospedado. Había muerto por una dosis exagerada de barbitúricos; algunos creyeron que cometió suicidio.
El versículo de hoy dice que es bueno cantar. Pero, antes del verbo cantar, viene el verbo alabar, que literalmente quiere decir "rendir gracias".
Cuando el cántico es la expresión de un corazón agradecido, hace un bien tremendo al espíritu. El corazón tiene ganas de seguir viviendo, y las dificultades se vuelven pequeñas.
Al reconocer que existe un Dios Todopoderoso, tú sabes que no estás solo, y que nada ni nadie será capaz de destruirte.
Las tormentas pueden llegar; en este mundo, los hijos de Dios no están libres de tempestades. Pero, serás capaz de andar, como Pedro, victorioso y sin temor, en medio de los vientos contrarios.
Por eso, el Salmista menciona que es "bueno" alabar a Dios. Alabar es reconocer que tú eres criatura, y que Dios es Dios. Mientras no te olvides de este principio básico, estás sobre seguro. Pero, cuando intentes invertir los papeles y hacerte el dios de tu propia existencia, te metes en dificultades, y lo percibes recién cuando tu embarcación se está hundiendo.
Además, puedes clamar a Dios, que él está dispuesto a acudir en tu auxilio y hacer, por ti, lo que tú no puedes hacer por tus propias fuerzas.
Hoy es un nuevo día. Día de agradecer, alabar y bendecir el nombre de Dios. Alabar es un seguro en contra del pesimismo. El desánimo jamás se apoderará de un corazón agradecido.
Repite, junto con el salmista: "Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón