Lugar: Escocia/California, EE.UU.
Palabra de Dios: Gálatas 6:7
Dos hombres estaban planificando dejar Escocia y mudarse a los Estados Unidos. Mientras se preparaban para el viaje, uno de ellos sugirió que deberían llevar consigo algo que los ayudara a recordar su patria.
-Esa es una buena idea -respondió el otro hombre-. Me parece que llevaré este cardo conmigo. Están en todos los campos y las praderas de este lugar, y cada vez que vea un cardo violeta lleno de espinas recordaré el emblema nacional de Escocia.
Su compañero asintió, expresando su aprobación. Después de pensarlo un poco, decidió llevar consigo una colmena de abejas. De esa manera, cada vez que comiera miel recordaría Escocia.
Los dos hombres se establecieron en el estado de California. El hombre que había traído el cardo lo plantó en el patio de atrás de su casa. Los cardos no solo crecieron en su propiedad, sino también se extendieron a los campos vecinos… para desgracia de los demás.
La decisión del otro hombre fue muy apreciada. Sus abejas se pusieron a trabajar y, eventualmente, su dueño tuvo miel dulce para comer y compartir con los demás.
-Esta miel es muy buena -decía la gente, y él les contaba que había traído sus abejas desde Escocia, su tierra natal.
Las pequeñas decisiones que al comienzo tomaron los dos hombres, en su momento tuvieron grandes resultados. Y eso es, a menudo, lo que ocurre con las pequeñas cosas de nuestra vida, las pequeñas elecciones y cosas que hacemos. Al tomar decisiones, piensa en las consecuencias. ¿Cuáles serán: cardos o abejas? “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra”.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson