Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: «Eres estéril y no tienes hijos, pero vas a concebir y tendrás un hijo» (jueces 13: 3).
Una de las especialidades de la oficina de mensajería del reino de los cielos consiste en enviar buenas nuevas de maternidad y fertilidad a las mujeres. En los casos más complejos de esterilidad, como en los casos de Ana y la esposa de Manoa, los ángeles se gozan en transmitir las felices noticias del cielo a las futuras madres. Es maravilloso saber que, mientras una madre en gestación, duerme plácidamente, los ángeles se encargan de verificar cada minucioso proceso biológico en las distintas etapas de formación del ser humano. Dentro del útero femenino dichas tareas deben ser realizadas con exactitud en el laboratorio de la creación divina; así que bajo la dirección del Espíritu Santo, las mujeres y los ángeles forman un equipo. A través de la historia bíblica el vínculo del ministerio de amor con respecto a la maternidad y los ángeles ha sido y será muy estrecho. Por ejemplo, los ángeles saben antes de que una mujer quede embarazada cuál va ha ser el sexo del bebé que tendrá en sus brazos. Así que la relación entre una madre y un ángel es muy importante. El contacto tan cercano que tienen los ángeles, el Espíritu Santo y el soplo de vida otorgado por gracia divina a una criatura en formación, permite que ese bebé con pocos días de nacido sea capaz de sonreír a pesar de haber nacido en un mundo oscuro. Jesús jamás fue abandonado por sus ángeles, ¿pero cómo logró hacerlo? La respuesta es sencilla, jamás dejó de ser niño. El hecho de que podamos sentir la cercanía de nuestros ángeles consiste en ese bendito proceso de ser niños nuevamente, con esa capacidad de ser inocentes, de mente sencilla, sin prejuicios, todo lo anterior debe de ser fomentado por una madre amorosa con esa categoría de mujer privilegiada que se obtiene al ser cooperadora de una creación. Amiga, el ministerio femenino 55 uno de los tantos misterios del reino de los cielos, nuestro reto como seguidoras de Cristo no es conformarnos con saber, tenemos que experimentar lo sabido; tratemos de comprender a través de la fe y la meditación la relación de la mujer con los ángeles, y nuestro papel dentro del camino a Cristo que nos llevará pronto a Dios.
Una de las especialidades de la oficina de mensajería del reino de los cielos consiste en enviar buenas nuevas de maternidad y fertilidad a las mujeres. En los casos más complejos de esterilidad, como en los casos de Ana y la esposa de Manoa, los ángeles se gozan en transmitir las felices noticias del cielo a las futuras madres. Es maravilloso saber que, mientras una madre en gestación, duerme plácidamente, los ángeles se encargan de verificar cada minucioso proceso biológico en las distintas etapas de formación del ser humano. Dentro del útero femenino dichas tareas deben ser realizadas con exactitud en el laboratorio de la creación divina; así que bajo la dirección del Espíritu Santo, las mujeres y los ángeles forman un equipo. A través de la historia bíblica el vínculo del ministerio de amor con respecto a la maternidad y los ángeles ha sido y será muy estrecho. Por ejemplo, los ángeles saben antes de que una mujer quede embarazada cuál va ha ser el sexo del bebé que tendrá en sus brazos. Así que la relación entre una madre y un ángel es muy importante. El contacto tan cercano que tienen los ángeles, el Espíritu Santo y el soplo de vida otorgado por gracia divina a una criatura en formación, permite que ese bebé con pocos días de nacido sea capaz de sonreír a pesar de haber nacido en un mundo oscuro. Jesús jamás fue abandonado por sus ángeles, ¿pero cómo logró hacerlo? La respuesta es sencilla, jamás dejó de ser niño. El hecho de que podamos sentir la cercanía de nuestros ángeles consiste en ese bendito proceso de ser niños nuevamente, con esa capacidad de ser inocentes, de mente sencilla, sin prejuicios, todo lo anterior debe de ser fomentado por una madre amorosa con esa categoría de mujer privilegiada que se obtiene al ser cooperadora de una creación. Amiga, el ministerio femenino 55 uno de los tantos misterios del reino de los cielos, nuestro reto como seguidoras de Cristo no es conformarnos con saber, tenemos que experimentar lo sabido; tratemos de comprender a través de la fe y la meditación la relación de la mujer con los ángeles, y nuestro papel dentro del camino a Cristo que nos llevará pronto a Dios.
Ana María Cadena V
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.