Lugar: India
Palabra de Dios: Efesios 5:8.
Babu tenía muchas ganas de unirse al grupo de niños sentados debajo del árbol, pero su papá le había dicho que no lo hiciera.
-Que nunca te encuentre sentado debajo de ese árbol -le había advertido- Esa narradora de historias es cristiana. Y los cristianos te envenenan la mente.
El chico se escondió detrás de un árbol grande, a unos metros del otro. "Solo voy a mirar las láminas", pensó. Pero, mientras estaba allí, no pudo evitar escuchar la historia de Jesús y de las cosas maravillosas que él había hecho. "Jesús quiere ser tu amigo", estaba diciendo la mujer. "Él quiere vivir contigo para siempre".
Aunque Babu quería contar a sus padres lo que había oído, sabía que ellos se enojarían con él. "¿Estará envenenada mi mente?", se preguntaba. "¿Qué me pasará ahora?" Al día siguiente, Babu se escondió otra vez detrás del árbol grande; y al día siguiente, y al otro día también. Le gustaba escuchar las historias del Libro Santo. Y, al aprender más acerca de Jesús, decidió pedirle que fuera su amigo. "Voy a tener que mantener esto en secreto", pensó. "Si mis padres se enteran, me habré metido en un gran lío".
Pero, a medida que los días pasaban, los padres de Babu comenzaron a notar algunos cambios en su hijo. El chico ayudaba más y era más bondadoso; ya no mentía ni robaba, y procuraba ser más obediente. Cuando hacía algo incorrecto, lo confesaba y pedía perdón.
-Babu, ¿qué te ha pasado? -le preguntaron sus padres-. Estás distinto.
Al comienzo, Babu tenía miedo, pero luego les contó acerca de las historias que había oído escondido detrás del árbol grande, y de cómo había aprendido a amar a Jesús, quien había muerto en la cruz por sus pecados.
-Yo quería guardarlo en secreto -dijo-, pero me parece que no lo logré.
"Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson