«También de la tribu de Gad se pasaron algunos al lado de David cuando estaba en la fortaleza del desierto. Eran guerreros valientes, entrenados en la guerra y armados con escudo y lanza. Tenían aspecto como de leones y corrían por los montes como venados» (1 Crónicas 12:8).
¡Qué valientes eran los soldados de los que habla el versículo de hoy! Tendrías que moverte realmente rápido con tus botas para poder mantener su ritmo. La Biblia dice que «corrían por los montes como venados».
Los venados son unos animales que corren muy rápido. Si fueras lo suficientemente rápido como para poder acercarte a uno, este rápidamente daría la vuelta y huiría.
Nuestros deseos pueden ser como los venados. A veces queremos cosas que pareciera que nunca podremos alcanzar En Filipenses 4:12,13 Pablo dice que él ha aprendido a ser feliz tanto en la pobreza como en la abundancia. Es posible que tú nunca llegues a tener muchos juguetes u otras cosas, pero eso no es lo que realmente importa en la vida.
Jesús está hoy delante de nosotros. Él no huye como el venado ni como todas esas cosas que tanto queremos tener Él está con los brazos abiertos invitándonos a acercarnos a él. ¡Corre hacia sus brazos y descubre el mayor de todos los tesoros!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush