«Su vino es veneno de serpientes, y ponzoña mortal de cobras» (Deuteronomio 32:33, BLA).
Hoy tenemos que andar con cuidado y no quitarnos nuestras botas de exploradores. Estamos aventurándonos en la tierra de la cobra. Cuando Dios habla de la ponzoña mortal de la cobra, él sabe de qué está hablando.
Las cobras son unas serpientes muy venenosas que viven en partes de África, Australia y Asia. Las cobras son famosas por la manera en que abren los huesos de su cuello, para adoptar su característica postura amenazadora.
En la India, las cobras matan a miles de personas cada año porque se meten en las casas durante la noche en busca de ratones y terminan mordiendo accidentalmente a los seres humanos. Ellas muerden a los seres humanos porque se asustan.
Pero a pesar de que el veneno de la cobra es mortal, esta puede ser «aplacada» de cierta manera. Los encantadores de serpientes tocan sus flautas y hacen que las cobras abran sus cuellos y «bailen». Curiosamente, pueden hacer que estas serpientes venenosas hagan lo que quieran.
Satanás es poderoso, pero, ¿sabías que tú puedes hacer que él haga lo que tú quieras así como los encantadores de serpientes hacen con las cobras? Lee Santiago 4:7. Por muy poderoso que sea Satanás, Dios y tú juntos son mucho más poderosos. Tú puedes hacer que el diablo salga corriendo y se aleje de ti.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush