Lugar: India
Palabra de Dios: Isaías 11:6,7.
Un día, alguien vio grandes huellas en el suelo, cerca de la aldea. Inmediatamente reconocieron las huellas como de leopardo. Alarmados, los aldeanos se preguntaron: "¿Qué podemos hacer? El leopardo matará a nuestras vacas".
Pero, resultó ser que no tenían nada de qué preocuparse.
-¡No van a creer lo que vi anoche! -exclamó un hombre-. El leopardo apareció en un campo cercano. Yo estaba por salir a buscar ayuda, cuando vi que el leopardo no estaba atacando a la vaca que estaba allí; en lugar de ello, los dos animales se acurrucaron juntos.
El relato de esta persona era difícil de creer; pero pronto otros confirmaron que era cierto: ellos también fueron testigos de lo mismo. Noche tras noche, el leopardo venía a visitar a su nueva amiga. Los perros de la aldea ladraban y ladraban cada vez que sentían la presencia del salvaje intruso, pero los aldeanos, en realidad, se alegraban por la presencia del leopardo. Desde que el leopardo había comenzado a visitar su aldea, los demás animales dañinos se habían alejado. Funcionarios de Vida Salvaje decidieron dejar que el leopardo siguiera visitando a la vaca.
Un leopardo y una vaca... ¿juntos? Es difícil de creer, ¿verdad? No ocurren cosas como estas generalmente. Pero, son un pequeño anticipo de lo que será el cielo y de la paz que experimentaremos allí. Así es como lo describe el libro de Isaías: "El lobo vivirá con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá paja como el buey".
¿No será grandioso esto? Hasta los animales se llevarán bien. Sí, el cielo será un lugar maravilloso, y Dios nos invita, a ti y a mí, a que seamos parte de esto.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson