«Por medio de tus mensajeros insultaste al Señor. Dijiste: "Con mis innumerables carros de guerra subí a las cumbres de los montes, a lo más empinado del Líbano. Corté sus cedros más altos, sus pinos más bellos. Llegué a sus cumbres más altas, a sus bosques, que parecen jardines"» (2 Reyes 19:23).
Su nombre era Senaquerib, y había dicho muchas cosas terribles en contra de Dios. En el versículo de hoy podemos leer algunas de las cosas que dijo. Se sentía orgulloso de haber cortado los mejores árboles de Israel. Pero el rey estaba a punto de sufrir una derrota.
¿Por qué le parecía al rey Senaquerib que haber cortado los árboles de Israel era una gran victoria? Porque los bosques eran muy importantes para los israelitas. Ellos les daban sombra y madera para sus hogueras y para sus viviendas. Los bosques incluso les servían para esconderse si algún rey enemigo los perseguía. Por eso el rey Senaquerib se enorgullecía de haber cortado sus bosques. A lo mejor pensaba que los israelitas ya no podrían escaparse de él.
Al igual que un bosque, Dios puede escondernos y protegernos. Él puede ser un refugio donde estemos seguros. Pídele hoy que te proteja y alégrate, porque Satanás no podrá hacerte daño si estás en el «bosque» del amor de Dios.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush