lunes, 15 de junio de 2009

NO HABLEMOS DE COSAS IMPOSIBLES

Él les dijo: «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios». Lucas 18:27
Todo lo que se debe hacer, debe hacerse. Nada es imposible si Dios lo ha ordenado, aunque parezca humanamente imposible. Esta es una buena manera de pensar. Se reconoce, sin embargo, que es más fácil decirlo que vivir a la altura de lo que decimos. Por ejemplo, en el año 2006 ocurrió un hecho asombroso. Una de las grandes historias que ocurrieron ese año fue la gran hazaña de Mark Inglis, que ascendió la cumbre del monte Everest a pesar de que sus dos piernas eran artificiales.
Inglis, que había sido guía de montaña, había quedado atrapado en una ventisca que duró dos semanas en el monte Cook de Nueva Zelanda, en 1982. Obligado a refugiarse en una cueva de hielo durante dos semanas, se le congelaron las piernas, que le fueron amputadas un poco por debajo de la rodilla.
Pero Inglis no se sentó a llorar su triste suerte. En vez de sentir lástima de sí mismo, volvió a la escuela y se convirtió en investigador bioquímico. Y continuó ascendiendo montañas. En el año 2002 ascendió el monte Cook con sus piernas artificiales. Y, finalmente, en mayo del año 2006, realizó la hazaña de subir el monte Everest, la montaña que solo héroes pueden escalar, aunque tengan todas sus facultades físicas y mentales intactas. Que Inglis la haya escalado a pesar de su increíble limitación física es casi un milagro de la fe de una persona en que lo imposible se puede realizar.
Qué emocionantes suenan estas palabras del pastor William G. Johnsson: «La Biblia es un libro de héroes. Los hombres y las mujeres cuyas vidas brillan en sus páginas, Moisés y David, Ester y Débora, Pedro y Pablo, hicieron cosas asombrosas. Fueron valientes en visión, en visiones y en acciones. Ellos se reían de la palabra "imposible". Como Dios estaba con ellos, motivándolos, inspirándolos, dotándolos de poder, siguieron hacia adelante y hacia arriba, hasta que alcanzaron las metas que Dios había establecido».
Por supuesto, por encima de todos ellos, está Jesús, el líder supremo. Jesús es el héroe más grande de la Biblia.
Solo Dios sabe las tareas que nos tiene reservadas a cada uno. Nuestra vida puede y debe ser heroica. Sea pequeña o grande la obra que nos ha encomendado, podremos realizarla si nos consagramos a Dios y nos disponemos a hacer su voluntad. ¡Quién sabe si no Dios tiene pensado que realices grandes cosas en su servicio! Prepárate hoy para realizar cosas imposibles para Dios.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos

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