lunes, 27 de julio de 2009

LA ZARZA ARDIENTE

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. éxodo 3: 2

La experiencia de Moisés ante la zarza ardiente rebosa de lecciones para nosotros hoy. Allí se encontró con Cristo, la segunda persona de la Deidad, «el Ángel de Jehová», el «Ángel del pacto» (Mal. 3: 1). Moisés supo de quién se trataba porque desde la antigüedad Dios se había comunicado con sus siervos bajo ese nombre (Gen. 22: 11). Por otro lado, según la Biblia (Jue. 9: 8-15), la zarza era la planta más humilde, pues palidecía al compararla con árboles más nobles y de mayor porte. Ello vendría a representar la humildad del Estado de Israel en comparación con los otros pueblos de la tierra. ¿Por qué decidió Dios manifestarse en un arbusto tan poco atractivo como la zarza? ¿Por qué no eligió un árbol más noble que hubiese en la región del Sinaí? Porque deseaba dar un mensaje a Moisés. Quería comunicarle que su pueblo, tan humilde y esclavizado en Egipto, era su pueblo, y que no se avergonzaba de ellos. Por eso la zarza ardiente era «una apropiada representación visible del mensaje que Dios impartió allí a Moisés y del valor que Dios le concedía a Israel al ser su Dios y ellos ser su pueblo». ¿Eres de origen y condición humilde? No te desalientes: Dios quiere mostrar su luz en su pueblo como iglesia, y en ti como miembro. Recuerda que nuestro Señor Jesucristo fue representado como «raíz de tierra seca»; no había en él «parecer ni hermosura» (Isa. 52: 14 - 53: 2). Sin embargo, será exaltado «hasta lo sumo» y se le dará un nombre «que es sobre todo nombre» (Fil. 2: 9). Lo mismo ocurrirá con el pueblo de Dios. Además, así como ardía la zarza, debemos "arder" para Dios. El apóstol Pablo dijo algo relacionado con esto: «Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo» (Fil. 2:15). Y una reflexión más: ¿Cuánto tiempo había estado ardiendo la zarza antes de que Moisés lo notara? Conviene reflexionar, no sea que Dios también quiera hablarnos desde una zarza que espera que veamos. Quizá Dios ponga hoy una zarza ardiente en tu vida para que hagas un alto en el camino. Arde hoy por Dios, como la zarza del Sinaí. Participa en el plan maravilloso que Dios tiene hoy para ti.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.

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