Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite. Santiago 5: 14
Jai Ram, un ex hindú que se había convertido en adventista del séptimo día, era el único cristiano bautizado de su aldea. Todos los demás adoraban a los ídolos. Durante cinco años Jai Ram esperó que viniera un maestro y hablase de Jesús a la gente. Finalmente su sueño se hizo realidad. Cuando el maestro Singh y su esposa llegaron a su aldea, Jai Ram les cedió su sencilla casa. Salió y durmió en el suelo. Poco después del inicio del curso escolar, la esposa del maestro Singh contrajo unas fiebres. Las medicinas no podían hacer nada para rebajar su temperatura. El maestro Singh envió un mensaje al pastor P. K. Simpson, quien estaba al cargo de la misión. Pidió al pastor que ungiera a su esposa enferma. El pastor Simpson llegó a la aldea y la tarde del viernes, justo antes de la puesta de sol empezaron a hacer los arreglos necesarios para el servicio especial de sanación. La gente de la aldea sentía curiosidad por ver qué sucedería. Así que se reunieron fuera de la casa y esperaron. Después de la oración del pastor Simpson, Jai Ram preguntó si podía decir una corta oración. Empezó recordando a Dios lo mucho que la aldea necesitaba un maestro. Pidió al Señor que bajara del cielo y sanara a la mujer enferma. Acabó diciendo: «¡Gracias, Jesús! ¡Gracias, Jesús! ¡Gracias, Jesús! Amén». Al instante, la fiebre de la Sra. Singh desapareció. Ella dijo que la oración de Jai Ram la había sanado. —Cuando dio tres veces las gracias a Jesús y dijo 'amén', algo como una mano me tocó. Una descarga eléctrica pasó por todo mi cuerpo y la fiebre se fue. Jai Ram era un hombre sencillo con una fe extraordinaria. Un hombre a quien Dios honró con muchos milagros. Mañana sabremos más cosas de él.
Tomado de la Matutina El Viaje Increible.
Jai Ram, un ex hindú que se había convertido en adventista del séptimo día, era el único cristiano bautizado de su aldea. Todos los demás adoraban a los ídolos. Durante cinco años Jai Ram esperó que viniera un maestro y hablase de Jesús a la gente. Finalmente su sueño se hizo realidad. Cuando el maestro Singh y su esposa llegaron a su aldea, Jai Ram les cedió su sencilla casa. Salió y durmió en el suelo. Poco después del inicio del curso escolar, la esposa del maestro Singh contrajo unas fiebres. Las medicinas no podían hacer nada para rebajar su temperatura. El maestro Singh envió un mensaje al pastor P. K. Simpson, quien estaba al cargo de la misión. Pidió al pastor que ungiera a su esposa enferma. El pastor Simpson llegó a la aldea y la tarde del viernes, justo antes de la puesta de sol empezaron a hacer los arreglos necesarios para el servicio especial de sanación. La gente de la aldea sentía curiosidad por ver qué sucedería. Así que se reunieron fuera de la casa y esperaron. Después de la oración del pastor Simpson, Jai Ram preguntó si podía decir una corta oración. Empezó recordando a Dios lo mucho que la aldea necesitaba un maestro. Pidió al Señor que bajara del cielo y sanara a la mujer enferma. Acabó diciendo: «¡Gracias, Jesús! ¡Gracias, Jesús! ¡Gracias, Jesús! Amén». Al instante, la fiebre de la Sra. Singh desapareció. Ella dijo que la oración de Jai Ram la había sanado. —Cuando dio tres veces las gracias a Jesús y dijo 'amén', algo como una mano me tocó. Una descarga eléctrica pasó por todo mi cuerpo y la fiebre se fue. Jai Ram era un hombre sencillo con una fe extraordinaria. Un hombre a quien Dios honró con muchos milagros. Mañana sabremos más cosas de él.
Tomado de la Matutina El Viaje Increible.
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