Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas;porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.mateo 9: 36
Es evidente que no todos vemos las cosas de la misma manera. Un halcón puede ver una moneda de diez centavos en la acera desde la cumbre del edificio del Empire State de Nueva York. El Martín pescador tiene dos clases de vista. Cuando vuela sobre las aguas, buscando peces, tiene una lente que le permite ver lo que hay dentro del agua. Cuando se sumerge en el agua, la lente cambia y puede ver debajo del agua, lo que lo capacita para atrapar al pez. A menudo los soldado», los policías y los bomberos llevan aparatos de visión nocturna para ver a través del humo o de la oscuridad. No todos vemos de la misma manera. Hoy quisiera preguntarte cómo ves tú a las personas. Cuando ves que vas a llegar tarde al trabajo o a la escuela y los conductores con sus vehículos te cierran el paso, ¿cómo los ves? ¿Cómo estorbos? ¿Deseas echar los de tu camino? ¿Cómo ves a las personas? Los vendedores ven un cliente en cada persona. Para un médico, toda persona es un enfermo. Para un pintor, toda persona es un modelo. ¿Cómo ves a las personas? Jesús vio a las multitudes en condición desesperada: personas cansadas, distraídas, dañadas, agredidas, aisladas, heridas; y tuvo compasión de ellas. Tuvo compasión de ellas porque las vio en su verdadera condición. Tienes que comenzar a ver la explosión demográfica de este mundo como Jesús la ve. Actualmente hay seis mil millones de habitantes en el mundo. Para el año 2050 seremos más de diez mil millones de personas. El Señor desea que veamos a los habitantes de este mundo como él los ve: como pecadores a quienes es su misión salvar. Millones de personas todavía no conocen el evangelio. Es muy importante que lo escuchen, porque el evangelio es la buena noticia de que hay salvación en Cristo. La misión divina demanda que vayamos como Jesús fue y que veamos el mundo como él lo ve. No consideres apóstata al que abandonó la iglesia, sino un hijo pródigo que desea volver al hogar. No veas al hijo descarriado como un rebelde, sino como alguien que necesita que se le muestre el camino, la verdad y la vida. No veas a ese vecino como alguien ordinario, incómodo y mal encarado, sino como un alma preciosa a los ojos de Dios. No veas a ese esposo como un incrédulo con corazón de piedra, sino como alguien que necesita que Jesús cambie su vida. Contempla las cosas como las ve Jesús.
Tomado de la Matutina Siempre gozosos
Es evidente que no todos vemos las cosas de la misma manera. Un halcón puede ver una moneda de diez centavos en la acera desde la cumbre del edificio del Empire State de Nueva York. El Martín pescador tiene dos clases de vista. Cuando vuela sobre las aguas, buscando peces, tiene una lente que le permite ver lo que hay dentro del agua. Cuando se sumerge en el agua, la lente cambia y puede ver debajo del agua, lo que lo capacita para atrapar al pez. A menudo los soldado», los policías y los bomberos llevan aparatos de visión nocturna para ver a través del humo o de la oscuridad. No todos vemos de la misma manera. Hoy quisiera preguntarte cómo ves tú a las personas. Cuando ves que vas a llegar tarde al trabajo o a la escuela y los conductores con sus vehículos te cierran el paso, ¿cómo los ves? ¿Cómo estorbos? ¿Deseas echar los de tu camino? ¿Cómo ves a las personas? Los vendedores ven un cliente en cada persona. Para un médico, toda persona es un enfermo. Para un pintor, toda persona es un modelo. ¿Cómo ves a las personas? Jesús vio a las multitudes en condición desesperada: personas cansadas, distraídas, dañadas, agredidas, aisladas, heridas; y tuvo compasión de ellas. Tuvo compasión de ellas porque las vio en su verdadera condición. Tienes que comenzar a ver la explosión demográfica de este mundo como Jesús la ve. Actualmente hay seis mil millones de habitantes en el mundo. Para el año 2050 seremos más de diez mil millones de personas. El Señor desea que veamos a los habitantes de este mundo como él los ve: como pecadores a quienes es su misión salvar. Millones de personas todavía no conocen el evangelio. Es muy importante que lo escuchen, porque el evangelio es la buena noticia de que hay salvación en Cristo. La misión divina demanda que vayamos como Jesús fue y que veamos el mundo como él lo ve. No consideres apóstata al que abandonó la iglesia, sino un hijo pródigo que desea volver al hogar. No veas al hijo descarriado como un rebelde, sino como alguien que necesita que se le muestre el camino, la verdad y la vida. No veas a ese vecino como alguien ordinario, incómodo y mal encarado, sino como un alma preciosa a los ojos de Dios. No veas a ese esposo como un incrédulo con corazón de piedra, sino como alguien que necesita que Jesús cambie su vida. Contempla las cosas como las ve Jesús.
Tomado de la Matutina Siempre gozosos
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