lunes, 24 de agosto de 2009

ES SUFICIENTE

Honra al Señor con tus riquezas.proverbios 3:9

La Sra. Popp y su hija Lauren se dirigían al centro comercial. Era hora de comprar ropa para el nuevo curso escolar. Pero su aventura comercial anual iba a ser ligeramente distinta a como había sido en años anteriores. Lauren y su mamá habían hecho una lista de las cosas que Lauren debería comprar y calcularon que el valor total sería de 150 dólares. La Sra. Popp había dado a Lauren el dinero, junto con la responsabilidad de comprar el nuevo guardarropa. Pero cuando estaban de camino, la Sra. Popp se dio cuenta de que Lauren no había apartado el diezmo del dinero. Si Lauren restaba el 10% de Dios le quedarían 135 dó­lares y, probablemente, no bastaría para pagar todo lo de la lista. ¿Debía mencionar el diezmo? Y si lo hacía, ¿cómo reaccionaría Lauren? Cuando la Sra. Popp recordó a Lauren el diezmo, esta no solo estuvo de acuerdo en apartarlo, sino que dijo que le gustaría destinar otros cinco dólares para ofrendas. De ese modo, el presupuesto para ropa de Lauren se redujo de 150 a 130 dólares. Cuando llegaron al centro comercial, madre e hija descubrieron con agrado que podían encontrar todo lo que buscaban comprándolo de rebajas. Al final de la tarde habían conseguido completar la lista, excepto una sola cosa, un par de zapatos para el sábado. La Sra. Popp empezó a preocuparse. A Lauren solo le quedaban unos pocos dólares y eso, sin duda alguna, no bastaría para pagar un par de zapatos nuevos. Se preguntó: «¿Debería permitir que Lauren gaste el diezmo y las ofrendas?» —Mira, mamá —la llamó Lauren emocionada mientras señalaba unos zapatos en el escaparate—. Son justo lo que buscaba. ¡Y también están de rebajas! Con el 50% de descuento, Lauren tenía suficiente dinero para cubrir el gasto. El diezmo y las ofrendas todavía estaban seguros en el bolsillo. Cuando honramos a Dios con nuestro dinero, él siempre suple nuestras necesidades.

Tomado de la Matutina El viaje Increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario