miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA LÍNEA DE LLEGADA

No presumas del día de mañana. proverbios 27: 1

En marzo de 1987, Eamon Coughlam, que en aquel entonces tenía el récord mundial de los mil quinientos metros, corría en una carrera clasificatoria para el Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta de Indianápolis. Si se clasificaba, podría correr en la final. A falta de menos de tres vueltas, Eamon tropezó y cayó. Los otros corredores lo adelantaron, pero no abandonó. Se levantó y arrancó a correr tras ellos. A veinte metros de la línea de llegada, consiguió ponerse en tercera posición, lo cual le habría dado posibilidad de entrar a la final. Pero justo antes de cruzar la meta, Eamon miró por encima del hombro izquierdo para ver si alguien le presentaba desafío por el tercer lugar. Aliviado, redujo un poco el ritmo. Por desgracia, no vio al corredor que venía por su derecha, el cual lo adelantó a un paso de la línea de meta. El exceso de confianza de Eamon hizo que se descuidara. Y su descuido lo llevó .a la derrota. El exceso de confianza es una noticia especialmente mala cuando tiene que ver con la tentación. La gente que pierde el respeto por el poder del pecado está abocada a meterse en grandes problemas. Yo he oído a algunos que decían: «Puedo ir a un bar con mis amigos. No me siento tentado a beber». Eso es exceso de confianza. Eso es ponerte en medio de la tentación. La semana pasada vi un rótulo en una iglesia que decía: «Dale a Satanás un centímetro y acabará por gobernarte». Cuando pensamos que la tentación no puede alcanzarnos le estamos dando a Satanás un punto de apoyo.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

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