miércoles, 7 de octubre de 2009

SALIR GANANDO EN EL CAMBIO

Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? Romanos 8:32

Cuando estaba en la escuela primaria conseguí poseer un dólar de plata de los de verdad. Lo llevé a la escuela y lo mostré a mis amigos. Harold, uno de los mayores, quería mi dólar de plata. Y me habló de cambiármelo por un viejo billete de dólar. Yo no sabía el valor real de mi dólar de plata, Cuando la gente se ofrece para hacer tratos contigo, espera salir ganando en el negocio y llevarse la mejor parte. Jesús no. Pagará el precio por tus pecados y te dará felicidad, paz y un corazón nuevo. Empezará a mejorar tu vida en la tierra y continuará rodándote con todas las delicias imaginables e inimaginables por la eternidad. Hará que detestes el pecado y te proporcionará el poder que necesites para resistir a la tentación. ¿Y a cambio qué tenemos que dar? Nada, excepto nuestro yo pecador y nuestra independencia. Desde un punto de vista humano, un negocio como este no tiene sentido. Pero eso es porque no entendemos lo mucho que significamos para Jesús. La gente piensa que ser cristiano significa abandonar la diversión y la libertad. Pero es justo lo contrarío. Dios no nos pide que abandonemos nada que sea para nuestro bien. Solo nos quita las cosas que nos impiden ser felices y sentirnos llenos. Si buscas hacer un gran negocio, no busques más. Todo cuanto has ansiado es tuyo si lo pides.

Tomado de La Matutina El Vieja Increíble.

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