domingo, 28 de febrero de 2010

LA IMPORTANCIA DE LA BENDICIÓN

E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió. 1 Crónicas 4:10.

Si hicieras tuya esta oración, ¿qué significado tendría para ti el pedido de Jabes?

«Bendíceme». ¿Has pensado en los planes y anhelos de Dios para tu vida personal? Te invito a que leas la Biblia en tu devoción personal; concéntrate en aquellos pasajes en los cuales Dios expresa sus buenos deseos para sus hijos. «Ensancha mi territorio». Es necesario que ampliemos nuestro ámbito de influencia. En la escuela, en el aula de clases, con tus compañeros, maestros. Si ya trabajas entonces con tus jefes y compañeros. Si viajas con frecuencia con quien va a tu lado. Con quienes haces tratos comerciales. Este es el ámbito que debes expandir, ensanchar, ampliar.
«Ayúdame y líbrame del mal».Esa es una petición que aparece también en la oración modelo, el Padrenuestro: «Líbranos del maligno» (Mateo 6: 13; «del mal», RV95). Nuestras peticiones a Dios son siempre un compromiso, un acuerdo, un pacto. Significa entonces que tú no te acercarás por tu propia cuenta al mal. «Para que no padezca aflicción». No andes por malos caminos. Desde una mala elección en tus hábitos alimentarios, que dañan el cuerpo, hasta una mala elección en las películas que ves, que dañan tu intelecto.
Jabes fue el más ilustre de sus hermanos. ¿Acaso fue por lo que pidió? ¿O por lo que Dios le dio? ¿Estaña Dios dispuesto a dártelo a ti también si haces tuya la oración de Jabes? Te animo a que te coloques del lado de Dios, que derramará sus bendiciones abundantes y así se diga de ti: «Y Dios le concedió su petición».
«Mientras atendemos a nuestros quehaceres diarios, deberíamos elevar el alma al cielo en oración. Estas peticiones silenciosas suben como incienso ante el trono de gracia, y los esfuerzos del enemigo quedan frustrados». MJ 247.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

No hay comentarios:

Publicar un comentario