domingo, 14 de marzo de 2010

SEGURIDAD BAJO EL CUIDADO DE DIOS

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? Salmos 27:1.

¿Alguna vez has pasado por una experiencia que te produjo un pánico tal que sentiste que las piernas se te paralizaban y el corazón parecía que se te iba a salir del pecho? Piensa en alguna de esas situaciones y analiza lo que sientes al recordarla. El Diccionario de la Real Academia Española define el temor como «perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario». ¿A qué le tienes miedo tú? ¿A qué le tengo yo miedo? ¿A qué le tienen miedo las personas?
Adalís López Ramírez vivía en la Ciudad de México en 1985. El 19 de septiembre de ese año un devastador terremoto estremeció a la urbe, y a causa de sus destructivos efectos más de diez mil personas perdieron la vida. En aquel entonces Adalís tenía 6 años, y ese día el movimiento telúrico la despertó mientras dormía. Su casa se movía con gran fuerza bajo el aterrador crepitar de los muros. El temor se apoderó de la pequeña. Inmediatamente su padre apareció en la recámara. Con la calma que lo caracteriza, le dijo: «Hija, ven, vamos a ver como se mueven los automóviles». La tomó en sus brazos y la llevó hasta la ventana que daba al patio del edificio. Entonces, junto con su madre, observó cómo los automóviles estacionados se movían y se balanceaban con gran fuerza.
Su padre transformó con su presencia esa experiencia de temor en una observación confiada de lo que pasaba en ese momento. La puso en un lugar seguro e hizo que su temor desapareciera. La niña no sabía que en ese momento la Ciudad de México estaba convirtiéndose en un campo de muerte, ni ella ni sus padres sabían en ese momento que cientos de edificios estaban derrumbados; pero lo que sí sabía Adalís es que estaba segura en los brazos de su papá.
¿Cuántas veces Dios te ha puesto en un lugar seguro cuando has tenido miedo? ¿Cuántas veces te ha tomado en sus manos para que no sientas temor? Y si él te dice que es tu luz, tu salvación y la fortaleza de tu vida, entonces, ¿habrá algún motivo para sentir pánico?
«La fe es la mano que se ase de la ayuda infinita; es el medio por el cual el corazón renovado late al unísono con el corazón de Cristo». MJ 100.

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

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