Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. Proverbios 4:26.
Para muchos la palabra "novio" significa: "no vio", y podríamos agregar: "no vio a dónde se metía" o "no vio con quién se metía". Pero justamente cuando llega el amor y se ve realizado a través de un noviazgo es cuando más se necesitan los ojos para ver. El enemigo de Dios procurará cegarte para que te equivoques y formes lazos con alguien que no te hará feliz y a su vez no será feliz contigo. Esta etapa es para observar, con una perspectiva objetiva, quién está a tu lado y para qué está contigo.
Luciana era una de las señoritas más "cotizadas" de la iglesia a la que asistí, no solo por su belleza física, sino también por sus talentos y dedicación a Dios. A punto de ingresar a la universidad conoció a un joven adventista y después de una breve amistad formalizaron su noviazgo. Se los podía ver juntos en la Sociedad de Jóvenes, en la Escuela Sabática y los sábados por la noche en las actividades sociales de la iglesia.
Como tenía cierta confianza con ella, cada tanto me interesaba en su relación, hasta que un día, al preguntarle si todo marchaba bien, me respondió: "Capellán, corté con mi novio". No la veía triste ni sufrida, y me llamó la atención, porque siempre se habían mostrado muy enamorados; así que como dejó la puerta abierta, le pregunté por qué. Ella respondió: "La historia es larga, el problema es que nos costaba encontrar límites en los momentos de intimidad, y la relación se desgastó. Yo esperaba que él como adventista pusiera en práctica hasta dónde se puede ir con los besos y las caricias, y en la teoría estaba todo bien, pero en la práctica se le iban las manos".
Con cuánta sabiduría Salomón aconsejó a los jóvenes: "Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos". Para cada etapa de la vida hay demostraciones de afecto que corresponden. Por eso, en todo lo que hagas, debes analizar tus pasos para que no se aparten de la senda marcada por la Biblia. En el noviazgo, debes mirar doblemente, porque puedes cometer equivocaciones que luego lamentes en el futuro. Dios desea que disfrutemos plenamente el amor con la persona escogida y la bendición del cielo, y para eso es necesario no separarse a la derecha ni a la izquierda de lo que el Señor nos aconseja. Recuerda siempre que en el plan de Dios, todo tiene su momento y él desea que seas feliz con el amor de tu vida.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela
Para muchos la palabra "novio" significa: "no vio", y podríamos agregar: "no vio a dónde se metía" o "no vio con quién se metía". Pero justamente cuando llega el amor y se ve realizado a través de un noviazgo es cuando más se necesitan los ojos para ver. El enemigo de Dios procurará cegarte para que te equivoques y formes lazos con alguien que no te hará feliz y a su vez no será feliz contigo. Esta etapa es para observar, con una perspectiva objetiva, quién está a tu lado y para qué está contigo.
Luciana era una de las señoritas más "cotizadas" de la iglesia a la que asistí, no solo por su belleza física, sino también por sus talentos y dedicación a Dios. A punto de ingresar a la universidad conoció a un joven adventista y después de una breve amistad formalizaron su noviazgo. Se los podía ver juntos en la Sociedad de Jóvenes, en la Escuela Sabática y los sábados por la noche en las actividades sociales de la iglesia.
Como tenía cierta confianza con ella, cada tanto me interesaba en su relación, hasta que un día, al preguntarle si todo marchaba bien, me respondió: "Capellán, corté con mi novio". No la veía triste ni sufrida, y me llamó la atención, porque siempre se habían mostrado muy enamorados; así que como dejó la puerta abierta, le pregunté por qué. Ella respondió: "La historia es larga, el problema es que nos costaba encontrar límites en los momentos de intimidad, y la relación se desgastó. Yo esperaba que él como adventista pusiera en práctica hasta dónde se puede ir con los besos y las caricias, y en la teoría estaba todo bien, pero en la práctica se le iban las manos".
Con cuánta sabiduría Salomón aconsejó a los jóvenes: "Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos". Para cada etapa de la vida hay demostraciones de afecto que corresponden. Por eso, en todo lo que hagas, debes analizar tus pasos para que no se aparten de la senda marcada por la Biblia. En el noviazgo, debes mirar doblemente, porque puedes cometer equivocaciones que luego lamentes en el futuro. Dios desea que disfrutemos plenamente el amor con la persona escogida y la bendición del cielo, y para eso es necesario no separarse a la derecha ni a la izquierda de lo que el Señor nos aconseja. Recuerda siempre que en el plan de Dios, todo tiene su momento y él desea que seas feliz con el amor de tu vida.
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