Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo. Romanos 9:1.
Según el Nuevo diccionario de la Biblia, la definición de "conciencia" es: "Concepto de voz interna que permite al ser humano tener cierto discernimiento entre lo bueno y lo malo" (p. 239). Si bien la creencia popular dice que quienes actúan según los principales de su conciencia son personas "débiles", es importante escuchar lo que esa voz interna sugiere, especialmente cuando ha sido alimentada con los principios bíblicos.
Ese fue el caso de Alphonse Lutringer, empresario jubilado de unos setenta años que no soporto el peso de su conciencia. Sus vecinos le preguntaron varias veces por su esposa, pero a todos, incluso a los familiares de ella, les respondía que lo había abandonado. Un primo de su esposa, sospechando alguna situación rara, convenció a las autoridades de Francia que investigaran el asunto. Los investigadores encontraron que la ropa, las joyas y otros elementos personales de la desaparecida estaban en la casa. Además hallaron manchas de sangre en un colchón, y el diario íntimo de ella terminaba bruscamente en una determinada fecha. Al ser interrogado, Lutringer perdió el equilibrio emocional y confeso que había matado a su mujer. Poco después se suicidó.
El apóstol Pablo aclaro la relación entre la conciencia humana y la obra de Dios en el hombre: "Mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo". Es decir, Dios no solo obra en sus hijos para producir los frutos del Espíritu, sino que también alimenta la conciencia de aquel que acepta la conducción divina.
Esa voz interior no está puesta por Dios para torturarte, sino para que con su ayuda puedas vencer las tentaciones y derrotar al enemigo. La conciencia trata de prevenir, de alertar y de amonestar a fin de que te apartes de aquellos caminos que te traerán dolor y angustia en el futuro. Lutringer actuó sin pensar en su conciencia y termino abrumado por el peso de la culpa.
Esa triste experiencia no debiera ocurrir en ningún cristiano sincere, por-que la conciencia alimentada por el Espíritu ayuda a prevenir la conducta problemática o nos anima a volver a Dios después de haber errado. Permítele al Espíritu Santo que te hable a través de tu conciencia, y tu vida espiritual crecerá en el cumplimiento del plan de Dios para ti.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Según el Nuevo diccionario de la Biblia, la definición de "conciencia" es: "Concepto de voz interna que permite al ser humano tener cierto discernimiento entre lo bueno y lo malo" (p. 239). Si bien la creencia popular dice que quienes actúan según los principales de su conciencia son personas "débiles", es importante escuchar lo que esa voz interna sugiere, especialmente cuando ha sido alimentada con los principios bíblicos.
Ese fue el caso de Alphonse Lutringer, empresario jubilado de unos setenta años que no soporto el peso de su conciencia. Sus vecinos le preguntaron varias veces por su esposa, pero a todos, incluso a los familiares de ella, les respondía que lo había abandonado. Un primo de su esposa, sospechando alguna situación rara, convenció a las autoridades de Francia que investigaran el asunto. Los investigadores encontraron que la ropa, las joyas y otros elementos personales de la desaparecida estaban en la casa. Además hallaron manchas de sangre en un colchón, y el diario íntimo de ella terminaba bruscamente en una determinada fecha. Al ser interrogado, Lutringer perdió el equilibrio emocional y confeso que había matado a su mujer. Poco después se suicidó.
El apóstol Pablo aclaro la relación entre la conciencia humana y la obra de Dios en el hombre: "Mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo". Es decir, Dios no solo obra en sus hijos para producir los frutos del Espíritu, sino que también alimenta la conciencia de aquel que acepta la conducción divina.
Esa voz interior no está puesta por Dios para torturarte, sino para que con su ayuda puedas vencer las tentaciones y derrotar al enemigo. La conciencia trata de prevenir, de alertar y de amonestar a fin de que te apartes de aquellos caminos que te traerán dolor y angustia en el futuro. Lutringer actuó sin pensar en su conciencia y termino abrumado por el peso de la culpa.
Esa triste experiencia no debiera ocurrir en ningún cristiano sincere, por-que la conciencia alimentada por el Espíritu ayuda a prevenir la conducta problemática o nos anima a volver a Dios después de haber errado. Permítele al Espíritu Santo que te hable a través de tu conciencia, y tu vida espiritual crecerá en el cumplimiento del plan de Dios para ti.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
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