Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios. Deuteronomio 28:13.
Alo largo de la historia humana ha habido miles de personas que lucharon por años con tenacidad y presteza para alcanzar una meta. Es bien sabido que para adquirir lo que realmente vale en esta vida, son sumamente necesarios el esfuerzo y el sacrificio.
Las metas a alcanzar dependen de cada persona y pueden ser de carácter económico, profesional, social, afectivo u otro. Detrás de los tremendos avances científicos que marcaron a la humanidad, como por ejemplo la informática, la navegación espacial, las comunicaciones, etc., hubo miles de horas de trabajo sacrificado y esmerado, para lograr lo que hoy conocemos.
Todo este impulso de superación personal y esfuerzo está genuinamente apoyado por Dios y su Palabra. A través de Moisés y como condición a la obediencia, la Biblia nos dice: "El Señor te pondrá en el primer lugar, y no en el último; siempre estarás por encima de los demás, y nunca por debajo, con lal que atiendas a los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te ordeno hoy, y los pongas por práctica" (Deut. 28:13, Dios habla hoy), y estas bendiciones para la nación de Israel están también aseguradas para el Israel espiritual.
Dios está dispuesto a darnos la posibilidad de distinguirnos en todos los órdenes de la vida. Por lo tanto, es normal y lógico que deseemos la superación y nos superemos, siempre y cuando esa superación esté sujeta a la voluntad divina.
Por demás está decir que para llegar a concretar cualquier tipo de logro, la constancia, el espíritu de sacrificio, el tiempo empleado en el trabajo y otras cualidades que se asocian a la perseverancia, son necesarios e indispensables. No existe meta a alcanzar que no pida a cambio algún tipo de sacrificio o inversión.
Aunque a menudo se habla de la conducta apropiada del cristiano, pocas veces se nos anima a superarnos en la vida espiritual. Para que se realice esta superación, es necesario entregarle nuestra voluntad a Dios, ya que no hará vida sin que nosotros se lo permitamos.
A lo largo de este mes veremos diferentes conceptos bíblicos que te ayuda mi a tomar decisiones para que Dios te permita crecer espiritualmente, así Minio es normal crecer y superarse en todas las facetas de la vida. Si amas a Dios, también desearás superarte en tu vida espiritual. Comienza hoy pidiéndole al Señor que te permita ser "cabeza y no cola" en tu cristianismo diario.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela
Alo largo de la historia humana ha habido miles de personas que lucharon por años con tenacidad y presteza para alcanzar una meta. Es bien sabido que para adquirir lo que realmente vale en esta vida, son sumamente necesarios el esfuerzo y el sacrificio.
Las metas a alcanzar dependen de cada persona y pueden ser de carácter económico, profesional, social, afectivo u otro. Detrás de los tremendos avances científicos que marcaron a la humanidad, como por ejemplo la informática, la navegación espacial, las comunicaciones, etc., hubo miles de horas de trabajo sacrificado y esmerado, para lograr lo que hoy conocemos.
Todo este impulso de superación personal y esfuerzo está genuinamente apoyado por Dios y su Palabra. A través de Moisés y como condición a la obediencia, la Biblia nos dice: "El Señor te pondrá en el primer lugar, y no en el último; siempre estarás por encima de los demás, y nunca por debajo, con lal que atiendas a los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te ordeno hoy, y los pongas por práctica" (Deut. 28:13, Dios habla hoy), y estas bendiciones para la nación de Israel están también aseguradas para el Israel espiritual.
Dios está dispuesto a darnos la posibilidad de distinguirnos en todos los órdenes de la vida. Por lo tanto, es normal y lógico que deseemos la superación y nos superemos, siempre y cuando esa superación esté sujeta a la voluntad divina.
Por demás está decir que para llegar a concretar cualquier tipo de logro, la constancia, el espíritu de sacrificio, el tiempo empleado en el trabajo y otras cualidades que se asocian a la perseverancia, son necesarios e indispensables. No existe meta a alcanzar que no pida a cambio algún tipo de sacrificio o inversión.
Aunque a menudo se habla de la conducta apropiada del cristiano, pocas veces se nos anima a superarnos en la vida espiritual. Para que se realice esta superación, es necesario entregarle nuestra voluntad a Dios, ya que no hará vida sin que nosotros se lo permitamos.
A lo largo de este mes veremos diferentes conceptos bíblicos que te ayuda mi a tomar decisiones para que Dios te permita crecer espiritualmente, así Minio es normal crecer y superarse en todas las facetas de la vida. Si amas a Dios, también desearás superarte en tu vida espiritual. Comienza hoy pidiéndole al Señor que te permita ser "cabeza y no cola" en tu cristianismo diario.
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