Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Marcos 12:30.
Está comprobado científicamente que el cerebro humano funciona principalmente con dos tipos de ondas: las ondas alfa (aquellas que actúan en mementos de relajación y esparcimiento) y las ondas beta (son las que se emplean para tomar decisiones, el análisis de situaciones, el pensamiento crítico, las distinciones y la valoración moral).
Si te preguntara que tipo de onda necesitas para estudiar, trabajar e incluso para orar, no hace falta pensar demasiado: necesitamos las ondas beta, ya que estas son las que lograran que el cuerpo se comprometa a la acción ordenada por la mente.
Mientras ves la televisión, las ondas beta comienzan a decrecer y las alfa a aumentar. Es un momento de relajación, de inactividad, de distracción. Si bien puedes por alguna circunstancia ponerte alerta y utilizar tu pensamiento crítico para evaluar lo que estas mirando, con el paso de las horas terminas "entregándote" y aceptando lo que ves. Estas frente al aparato porque te gusta, te da placer, tu decidiste mirar lo que ves, sea bueno o malo. Por esta causa da tanto "trabajo" estudiar después de haber mirado algunas horas de televisión, porque tu cerebro se acostumbró al estado de relajación y no al de análisis. Con mucha razón Steve Jobs declare: "Recurrimos a la televisión para apagar el cerebro, y a la computadora para encenderlo" (Selecciones de Readers Digest, abril de 2000, p. 39).
En el versículo de hoy, Jesús nos invita a que nuestro amor y nuestra adoración a Dios sean completos. El declare: "y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y este mandato no es uno entre todos, sino que "este es el principal mandamiento". Y Jesús tenía toda la razón, porque no existe una adoración a medias, una adoración por partes y una entrega incompleta: o todo nuestro ser es de Dios o no lo es.
La mente será quien procesara esa decisión y decidirá que hacer. Sé muy bien que no es fácil entregarle todo a Dios y ser consecuente con esa determinación; sé muy bien que el enemigo trabajara arduamente para distorsionar la recreación y convertirla en diversión. Pero recuerda que en esta lucha no estás solo, Jesús, tu gran Amigo y Salvador, esta para ayudarte a reorientar tus prioridades y darle el primer lugar en tu vida a quien lo merece: Dios. Al iniciar las actividades de este día, toma la decisión de entregarle todo tu ser a tu Creador.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Está comprobado científicamente que el cerebro humano funciona principalmente con dos tipos de ondas: las ondas alfa (aquellas que actúan en mementos de relajación y esparcimiento) y las ondas beta (son las que se emplean para tomar decisiones, el análisis de situaciones, el pensamiento crítico, las distinciones y la valoración moral).
Si te preguntara que tipo de onda necesitas para estudiar, trabajar e incluso para orar, no hace falta pensar demasiado: necesitamos las ondas beta, ya que estas son las que lograran que el cuerpo se comprometa a la acción ordenada por la mente.
Mientras ves la televisión, las ondas beta comienzan a decrecer y las alfa a aumentar. Es un momento de relajación, de inactividad, de distracción. Si bien puedes por alguna circunstancia ponerte alerta y utilizar tu pensamiento crítico para evaluar lo que estas mirando, con el paso de las horas terminas "entregándote" y aceptando lo que ves. Estas frente al aparato porque te gusta, te da placer, tu decidiste mirar lo que ves, sea bueno o malo. Por esta causa da tanto "trabajo" estudiar después de haber mirado algunas horas de televisión, porque tu cerebro se acostumbró al estado de relajación y no al de análisis. Con mucha razón Steve Jobs declare: "Recurrimos a la televisión para apagar el cerebro, y a la computadora para encenderlo" (Selecciones de Readers Digest, abril de 2000, p. 39).
En el versículo de hoy, Jesús nos invita a que nuestro amor y nuestra adoración a Dios sean completos. El declare: "y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y este mandato no es uno entre todos, sino que "este es el principal mandamiento". Y Jesús tenía toda la razón, porque no existe una adoración a medias, una adoración por partes y una entrega incompleta: o todo nuestro ser es de Dios o no lo es.
La mente será quien procesara esa decisión y decidirá que hacer. Sé muy bien que no es fácil entregarle todo a Dios y ser consecuente con esa determinación; sé muy bien que el enemigo trabajara arduamente para distorsionar la recreación y convertirla en diversión. Pero recuerda que en esta lucha no estás solo, Jesús, tu gran Amigo y Salvador, esta para ayudarte a reorientar tus prioridades y darle el primer lugar en tu vida a quien lo merece: Dios. Al iniciar las actividades de este día, toma la decisión de entregarle todo tu ser a tu Creador.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
No hay comentarios:
Publicar un comentario