¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos. Oseas 14:9.
“Diversión” fue una palabra que escuche muchas veces mientras fui capellán de escuelas. A veces hacia alusión a diferentes contextos y momentos, pero siempre se la empleaba cuando se extendía una invitación o para comentar lo bueno que estuvo un evento.
La palabra preferida por los adultos era "recreación". Y cuando les preguntaba a mis alumnos que entendían por esta palabra, casi siempre me daban la misma interpretación que a la palabra "diversión". Pero debo aclarar que hay una diferencia entre ambas.
Quienes buscan una "diversión" lo hacen "para experimentar placer, y con frecuencia se la lleva al exceso; absorbe las energías requeridas para el trabajo útil y resulta de ese modo un obstáculo para el verdadero éxito en la vida" (La educación, p. 207). Por definición, la diversión busca "experimentar placer", y el gran riesgo que se corre es que se la lleve "al exceso" y se malgasten así las energías requeridas para las labores diarias.
Actualmente la juventud tiene una gama de diversiones a su disposición que pueden producir placer. Están las famosas "discos" o salones de baile, las fiestas de cumpleaños, los viajes de graduandos, las fiestas de egresados de las escuelas, las relaciones sexuales de todo tipo, el consumo de bebidas alcohólicas y de drogas ilegales, el cine y la televisión, Internet en todas sus formas, las publicaciones inmorales, etc..
Por otro lado, "la recreación, cuando responde a su nombre, recreación, tiende a fortalecer y reparar. Apartándonos de nuestros cuidados y ocupaciones comunes, provee refrigerio para la mente y el cuerpo, y de ese modo nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida" (ibid ). Fíjate que no son muchas las actividades antes mencionadas que podrían clasificarse como recreativas, ya que lo que menos proveen es "refrigerio para la mente y el cuerpo", y justamente quitan las energías para "volver con nuevo vigor" a las tareas habituales. El ejercicio físico, una caminata al aire libre, nadar, la práctica de algún deporte, cultivar una huerta, aprender a desarrollar un oficio y otras actividades pueden proveer el nuevo vigor que solo brinda la recreación.
Dios es quien provee la recreación, y aunque para muchos "diversión" y "recreación" sea lo mismo, la pregunta y respuesta de Oseas nunca es más oportuna: "^Quien es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos". No te dejes atrapar por la diversión, elije el camino de Jehová y transita por él.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
“Diversión” fue una palabra que escuche muchas veces mientras fui capellán de escuelas. A veces hacia alusión a diferentes contextos y momentos, pero siempre se la empleaba cuando se extendía una invitación o para comentar lo bueno que estuvo un evento.
La palabra preferida por los adultos era "recreación". Y cuando les preguntaba a mis alumnos que entendían por esta palabra, casi siempre me daban la misma interpretación que a la palabra "diversión". Pero debo aclarar que hay una diferencia entre ambas.
Quienes buscan una "diversión" lo hacen "para experimentar placer, y con frecuencia se la lleva al exceso; absorbe las energías requeridas para el trabajo útil y resulta de ese modo un obstáculo para el verdadero éxito en la vida" (La educación, p. 207). Por definición, la diversión busca "experimentar placer", y el gran riesgo que se corre es que se la lleve "al exceso" y se malgasten así las energías requeridas para las labores diarias.
Actualmente la juventud tiene una gama de diversiones a su disposición que pueden producir placer. Están las famosas "discos" o salones de baile, las fiestas de cumpleaños, los viajes de graduandos, las fiestas de egresados de las escuelas, las relaciones sexuales de todo tipo, el consumo de bebidas alcohólicas y de drogas ilegales, el cine y la televisión, Internet en todas sus formas, las publicaciones inmorales, etc..
Por otro lado, "la recreación, cuando responde a su nombre, recreación, tiende a fortalecer y reparar. Apartándonos de nuestros cuidados y ocupaciones comunes, provee refrigerio para la mente y el cuerpo, y de ese modo nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida" (ibid ). Fíjate que no son muchas las actividades antes mencionadas que podrían clasificarse como recreativas, ya que lo que menos proveen es "refrigerio para la mente y el cuerpo", y justamente quitan las energías para "volver con nuevo vigor" a las tareas habituales. El ejercicio físico, una caminata al aire libre, nadar, la práctica de algún deporte, cultivar una huerta, aprender a desarrollar un oficio y otras actividades pueden proveer el nuevo vigor que solo brinda la recreación.
Dios es quien provee la recreación, y aunque para muchos "diversión" y "recreación" sea lo mismo, la pregunta y respuesta de Oseas nunca es más oportuna: "^Quien es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos". No te dejes atrapar por la diversión, elije el camino de Jehová y transita por él.
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