martes, 24 de mayo de 2011

¡TEN CUIDADO!

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12.

Llevamos varios días en el tema de los juegos electrónicos y, a modo de confidencia, quiero que sepas que no escribí desde un punto de vista netamente teórico. Hasta no hace muchos años, los juegos eran una parte muy importante de mi vida, pero las responsabilidades y la cordura me convencieron que lo mejor era terminar con todo esto.
Hay otro tipo de juegos y pasatiempos que es igualmente peligroso: los juegos de azar. Fíjate que el ladrón no comienza robando un banco, el alcohólico no se inicia tomando un litro de vodka cada mañana, el fumador no comienza fumando cuarenta cigarrillos por día, y el que prueba las drogas no se hace adicto la primera vez.
Para llegar a ser un ladrón, alcohólico, fumador o drogadicto fue necesario un contacto regular con el objeto de la adicción a lo largo de una cantidad de tiempo. Algunas adicciones, como el tabaco o las drogas, necesitan muy poco tiempo de contacto, ya que la sustancia química produce una dependencia rápidamente. Otras, como el hábito de robar o el alcoholismo, necesitan más tiempo para que se desarrolle la dependencia.
Los juegos de azar, lamentablemente, también están en este último grupo. No comienzas apostando tu casa, tu auto o tu cuenta bancaria de la noche a la mañana, pero quien dedica tiempo y esfuerzo día a día a estos juegos, llega a pensar que podría enriquecerse con la "habilidad" que ha desarrollado. De esta manera comienza un camino que, en cientos de casos, es sumamente difícil abandonar.
Quizás, al leer esto, estás pensando: "Esto nunca me pasara a mí; solo juego con mi familia y con algunos amigos", pero debes tener cuidado. Para todos los que creen estar seguros se aplica el consejo paulino que dice: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga". Miles de personas, de distintas edades y nacionalidades, pierden todas sus posesiones y hasta su propia vida por entregarse de lleno a los juegos de azar. Lo triste es que la persona adicta a los juegos de azar se convence a si misma de que su perdida es momentánea, que al día siguiente recuperara lo perdido.
En su amor, Dios desea cuidarte y protegerte de aquellas cosas que el enemigo usa para destruir a las personas. Así como existe Alcohólicos Anónimos para los que desean abandonar la bebida, existen organizaciones para los que desean abandonar el vicio del juego. Pero, ¿hará falta llegar a esa condición para admitir que existe un peligro real en los juegos de azar?
Por eso, ten cuidado. Dios te ama y te perdona cuando te equivocas, pero prefiere que antes de caer, camines por la senda segura.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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