Y dijo Faraón ajóse: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Génesis 41:39.
La vida de José presenta una variada sucesión de eventos en su juventud que pueden ayudarnos a vislumbrar cómo se preparó para enfrentar las grandes responsabilidades que Dios le asignaría. Seguir el ejemplo de José y de tantos héroes bíblicos, puede serte útil a la hora de tomar decisiones sobre tu preparación académica y profesional.
José fue un grande de su época. Ser el segundo después del faraón, en una nación extranjera y pagana, no fue poco mérito. Para colmo, no llegó a Egipto como un noble, sino como un esclavo, y luego fue un presidiario. Las Escrituras no registran ningún pecado que él haya cometido, por lo tanto, podemos intuir que aun cuando estuvo en el apogeo de su mandato como gobernador de Egipto, fue virtuoso a la vista de Dios y de sus semejantes.
¿Qué fue lo que capacitó a José para ser brillante espiritual y profesional-mente? La respuesta es: las buenas decisiones que tomó en su juventud. Repasemos algunas: José se entregó a Dios de todo corazón, a pesar de las circunstancias. Después de haber sido durante años el hijo mimado, fue vendido como esclavo por sus propios hermanos porque le tenían celos. José pudo haberse rebelado contra Dios y protestar: "¿Por qué tengo que sufrir como esclavo, si no hice nada malo?" Pero más allá de las especulaciones, se aferró a Dios y decidió serle fiel.
En segundo lugar, José se esforzó por hacer lo mejor. Como esclavo de Potifar, llegó a ser el mayordomo general de todos los bienes de su amo. Cuando cayó en prisión, ante su buen desempeño, el carcelero le encargó la administración. Como gobernador, supo almacenar alimentos durante los años de abundancia, y repartirlos sabiamente, para que la nación y los pueblos vecinos fueran abastecidos y no murieran de hambre.
En su tiempo, nadie hubiera pensado que José llegaría a "volar" tan alto. ¿Qué esclavo soñaría con llegar a ser gobernador de un país? Quizá ni él mismo lo imaginó, pero su voluntad férrea en dar siempre lo mejor y su entrega a Dios lo capacitaron para llegar a ser lo que fue: un grande entre sus contemporáneos y un héroe de la fe.
El Señor también te ha llamado a ti para que seas grande. En medio de las pruebas, las luchas y las circunstancias adversas, da siempre lo mejor y entrégate por completo a Dios, y tendrás éxito.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
La vida de José presenta una variada sucesión de eventos en su juventud que pueden ayudarnos a vislumbrar cómo se preparó para enfrentar las grandes responsabilidades que Dios le asignaría. Seguir el ejemplo de José y de tantos héroes bíblicos, puede serte útil a la hora de tomar decisiones sobre tu preparación académica y profesional.
José fue un grande de su época. Ser el segundo después del faraón, en una nación extranjera y pagana, no fue poco mérito. Para colmo, no llegó a Egipto como un noble, sino como un esclavo, y luego fue un presidiario. Las Escrituras no registran ningún pecado que él haya cometido, por lo tanto, podemos intuir que aun cuando estuvo en el apogeo de su mandato como gobernador de Egipto, fue virtuoso a la vista de Dios y de sus semejantes.
¿Qué fue lo que capacitó a José para ser brillante espiritual y profesional-mente? La respuesta es: las buenas decisiones que tomó en su juventud. Repasemos algunas: José se entregó a Dios de todo corazón, a pesar de las circunstancias. Después de haber sido durante años el hijo mimado, fue vendido como esclavo por sus propios hermanos porque le tenían celos. José pudo haberse rebelado contra Dios y protestar: "¿Por qué tengo que sufrir como esclavo, si no hice nada malo?" Pero más allá de las especulaciones, se aferró a Dios y decidió serle fiel.
En segundo lugar, José se esforzó por hacer lo mejor. Como esclavo de Potifar, llegó a ser el mayordomo general de todos los bienes de su amo. Cuando cayó en prisión, ante su buen desempeño, el carcelero le encargó la administración. Como gobernador, supo almacenar alimentos durante los años de abundancia, y repartirlos sabiamente, para que la nación y los pueblos vecinos fueran abastecidos y no murieran de hambre.
En su tiempo, nadie hubiera pensado que José llegaría a "volar" tan alto. ¿Qué esclavo soñaría con llegar a ser gobernador de un país? Quizá ni él mismo lo imaginó, pero su voluntad férrea en dar siempre lo mejor y su entrega a Dios lo capacitaron para llegar a ser lo que fue: un grande entre sus contemporáneos y un héroe de la fe.
El Señor también te ha llamado a ti para que seas grande. En medio de las pruebas, las luchas y las circunstancias adversas, da siempre lo mejor y entrégate por completo a Dios, y tendrás éxito.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
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