martes, 12 de julio de 2011

EXCESO FATAL 1ª PARTE

Él respondió y dijo: Escrito está: no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:4.

Mientras almorzábamos con mi esposa, encendimos el televisor para ver el informativo. Entre las muchas noticias que transmitieron, hubo una que nos llenó de asombro: Un grupo de bomberos trabajaba arduamente para sacar de su domicilio a un hombre que pesaba más de 230 kilogramos (515 libras). Esta persona estaba sola en su cama desde hacía varios meses, porque a causa de su terrible obesidad no podía caminar. Médicos, enfermeros y bomberos llevaron a este enfermo a un centro de rehabilitación para que pudiera cambiar sus hábitos alimentarios.
Aunque hoy en día muchos piensan que no hay relación entre la salud física y la vida espiritual, la realidad es otra. No existe un área de nuestro organismo que sufra y no afecte al resto. Tú no puedes disfrutar una linda escuela sabática si te duele una muela. Tú no puedes leer la Biblia si tienes un fastidioso dolor de oído.
Y de la misma manera, la alimentación también actúa a favor o en contra de tu vida espiritual. Hay alimentos que contribuyen a despejar la mente y agudizar la percepción espiritual, mientras que otros solo enturbian e incapacitan al cristiano en su lucha contra las tentaciones.
La buena alimentación no significa comer en exceso, sino comer suficientes alimentos de buena calidad nutricional. Recuerda que la primera tentación y el consecuente pecado que hubo en esta tierra fue producto de una desobediencia sobre la alimentación, y el enemigo de Dios continúa atacándonos en esta área. La comida chatarra que está de moda y es uno de los medios por los cuales el enemigo quita la salud y pervierte la razón.
Satanás intentó atrapar a Jesús con una tentación relacionada con el apetito, pero Jesús repitió las palabras que Moisés había escrito casi 1.500 años antes: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Si la buena alimentación es sumamente importante, la nutrición que proviene de "la boca de Dios" te dará vida eterna. No dejes de escuchar los consejos que el Señor te envió para cuidar tu salud, porque cada uno de ellos fue dicho para tu bien presente y futuro.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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