Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Mateo 19:21.
El versículo de hoy tiene que ver con el encuentro entre Jesús y el joven rico. Sucedió en Jericó. El Maestro ya se iba, cuando un joven salió de entre la multitud, se arrodilló ante Jesús y le preguntó: "Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" La respuesta fue: "Vende lo que tienes y dalo a los pobres".
Aquel joven tenía el corazón embargado de amor por el dinero; vivía en función de las cosas materiales. Pero, acariciaba inquietudes espirituales: anhelaba entrar en el Reino de los cielos, pero no conocía el camino. Entonces, Jesús procuró enseñarle la más importante de las lecciones que el cristiano necesita aprender: el cristianismo es vivir una vida de amor con Jesús, y el resultado de esa experiencia de amor será la perfección.
Tal vez, tú respires aliviado, en este momento, pensando que el consejo de Cristo no te sirve, porque tú no tienes mucho dinero. Bueno, el problema de aquel joven era el dinero; pero, todos tenemos el corazón cargado de alguna preferencia, que no siempre es Jesús. De modo que el mensaje es: no vale mucho la pena que quieras ser un buen cristiano, si no tienes la seguridad de que te has enamorado de Jesús.
El amor debe ser la motivación; es por amor que haces o no haces. El cristianismo no consiste solamente en portarse bien y cumplir todo lo que la iglesia espera de ti: tu motivación debe ser el amor de Dios. "Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se fijen en mis caminos", aconseja Dios. Pero, si no has entregado el corazón a Jesús; si tus sentimientos no son enteramente suyos; si todo tu ser no vive en función del amor que él te inspira, tu vida será simplemente un conglomerado de deberes y de obligaciones. No serás feliz, y aprovecharás cualquier motivo para abandonarlo todo.
Haz de este un día de entrega al Señor. Entrégale el corazón; solo Jesús puede colocar, en ti, las motivaciones correctas. Y, cuando te hayas enamorado de él, verás que todo lo que antes te parecía hueco y sin sentido empieza a cobrar significado. Y entenderás lo que Jesús quiso significar, al afirmar que vino a este mundo con el fin de que tengas vida, y la tengas en abundancia.
Parte para tus obligaciones diarias; pero, recuerda el consejo divino: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme".
Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón
El versículo de hoy tiene que ver con el encuentro entre Jesús y el joven rico. Sucedió en Jericó. El Maestro ya se iba, cuando un joven salió de entre la multitud, se arrodilló ante Jesús y le preguntó: "Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" La respuesta fue: "Vende lo que tienes y dalo a los pobres".
Aquel joven tenía el corazón embargado de amor por el dinero; vivía en función de las cosas materiales. Pero, acariciaba inquietudes espirituales: anhelaba entrar en el Reino de los cielos, pero no conocía el camino. Entonces, Jesús procuró enseñarle la más importante de las lecciones que el cristiano necesita aprender: el cristianismo es vivir una vida de amor con Jesús, y el resultado de esa experiencia de amor será la perfección.
Tal vez, tú respires aliviado, en este momento, pensando que el consejo de Cristo no te sirve, porque tú no tienes mucho dinero. Bueno, el problema de aquel joven era el dinero; pero, todos tenemos el corazón cargado de alguna preferencia, que no siempre es Jesús. De modo que el mensaje es: no vale mucho la pena que quieras ser un buen cristiano, si no tienes la seguridad de que te has enamorado de Jesús.
El amor debe ser la motivación; es por amor que haces o no haces. El cristianismo no consiste solamente en portarse bien y cumplir todo lo que la iglesia espera de ti: tu motivación debe ser el amor de Dios. "Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se fijen en mis caminos", aconseja Dios. Pero, si no has entregado el corazón a Jesús; si tus sentimientos no son enteramente suyos; si todo tu ser no vive en función del amor que él te inspira, tu vida será simplemente un conglomerado de deberes y de obligaciones. No serás feliz, y aprovecharás cualquier motivo para abandonarlo todo.
Haz de este un día de entrega al Señor. Entrégale el corazón; solo Jesús puede colocar, en ti, las motivaciones correctas. Y, cuando te hayas enamorado de él, verás que todo lo que antes te parecía hueco y sin sentido empieza a cobrar significado. Y entenderás lo que Jesús quiso significar, al afirmar que vino a este mundo con el fin de que tengas vida, y la tengas en abundancia.
Parte para tus obligaciones diarias; pero, recuerda el consejo divino: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme".
Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón
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