Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo hacen. Lucas 23:34.
Para la gran mayoría de las personas, un enemigo es simplemente aquel que contradice sus intereses y sus ideas. Como Jesús quería que los cristianos fueran diferentes al resto del mundo, enseñó: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mat. 5:44). ¿Cómo es posible que Jesús nos pida que oremos por nuestros enemigos?
Imagínate esta situación: Un compañero de estudio envidioso te acusa falsamente ante el profesor de que hiciste trampa y copiaste en el último examen, y que por esa razón sacaste la nota más alta del aula. ¿Orarías por él? ¿Le pedirías a Dios una bendición especial por quien por envidia te acusó falsamente?
Piensa en esta otra: Una persona del sexo opuesto está interesada en ti, y a ti también te agrada mucho. La amistad comienza a crecer, y lo que antes era un simple gusto se transforma en amor. Pero de un día para el otro, esta persona te deja de mirar, no quiere estar a solas contigo y te rehuye. Como no sabes lo que está pasando por su cabeza, le pides ayuda a un amigo para que hable con esa persona que te agrada. Al hacerlo, ella le dice que le contaron que tú insultas a tu madre frecuentemente, y hasta le has levantado la mano. Como para confirmar lo dicho, le dice a tu amigo el nombre del que difundió esa "noticia". Tú te llenas de indignación porque eso es una terrible mentira. Te pregunto, ¿podrías orar por esa persona que te calumnió?
Jesús enseñó que debemos amar a nuestros enemigos y orar por quienes nos perjudican; y él sabía cuan difícil sería aplicar este principio en la oración. Pero también puso su poder a nuestra disposición, para que esa oración no sea fingida, sino que con un amor celestial y sublime podamos pasar por alto nuestros propios sufrimientos y orar por quienes buscan causarnos daño.
La enseñanza de Cristo tiene muchísima autoridad, porque sin haber hecho nada digno de muerte, a él se lo condenó a morir en una cruz de oprobio. Jesús podría haber orado por venganza ante esa injusticia, sin embargo oró: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Esa corta oración constituye un modelo para cada cristiano; porque ser cristiano, significa amar a los enemigos.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
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