Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Éxodo 20:8.
Actualmente está en discusión en diversos círculos cristianos la interpretación literal de los tres primeros capítulos del Génesis. Por supuesto, quienes rechazan el relato bíblico de la creación del mundo y del hombre tampoco aceptan la santidad del sábado, pues en el cuarto mandamiento dado a Moisés, Dios se presenta como el Creador del universo (Éxo. 20:11).
El cuarto mandamiento procura ensalzar y elevar al Creador y Sustentador del universo, tanto de la vida animada como de la inanimada. Todo lo que existe es por su voluntad y su gracia, y el séptimo día consagrado a él tiene el propósito de recordarle al hombre quién es el Creador y quién la criatura, quién es el Adorado y quién el adorador.
Si bien durante muchos años en la Iglesia Adventista se hizo especial énfasis en lo que no se debe hacer en el día de reposo, personalmente prefiero destacar cuáles son las actividades que se deberían hacer en el tiempo sagrado.
En la Biblia podemos ver que el sábado es un día dedicado a la vida de la iglesia. Jesús tenía la costumbre de reunirse sábado tras sábado en la sinagoga para escuchar y predicar la Palabra de Dios (Lúe. 4:16). Igualmente, los apóstoles y el resto de la iglesia cristiana primitiva honraron el sábado dedicándolo a la adoración en el templo y en los hogares iglesia. De esta manera, tú puedes colaborar con las actividades de tu Escuela Sabática y la Sociedad de Jóvenes. Los jóvenes que se mantienen ocupados en estas labores, prácticamente no tienen problemas en guardar el sábado como Dios lo pide.
También es un día dedicado a actividades desinteresadas por los demás. Jesús realizó numerosos milagros de sanidad en sábado, y nosotros también podemos visitar y orar por los enfermos físicos, visitar a las personas que no se están congregando y llevar alimentos y ropa a la gente necesitada, con la esperanza de presentarles luego las verdades del evangelio. Disfrutar también de un retiro espiritual en contacto con la naturaleza y alabar a Dios con otros de la misma fe, son algunas opciones que nos ayudan a "recordar el día de reposo para santificarlo".
A lo largo de toda la Biblia, el único día de reposo separado por Dios para un uso sagrado es el sábado, y tú lo puedes disfrutar en la medida que cada semana te dispongas a encontrarte con tu Señor. No pierdas la oportunidad de congregarte y santificar ese día para quien te da la vida.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Actualmente está en discusión en diversos círculos cristianos la interpretación literal de los tres primeros capítulos del Génesis. Por supuesto, quienes rechazan el relato bíblico de la creación del mundo y del hombre tampoco aceptan la santidad del sábado, pues en el cuarto mandamiento dado a Moisés, Dios se presenta como el Creador del universo (Éxo. 20:11).
El cuarto mandamiento procura ensalzar y elevar al Creador y Sustentador del universo, tanto de la vida animada como de la inanimada. Todo lo que existe es por su voluntad y su gracia, y el séptimo día consagrado a él tiene el propósito de recordarle al hombre quién es el Creador y quién la criatura, quién es el Adorado y quién el adorador.
Si bien durante muchos años en la Iglesia Adventista se hizo especial énfasis en lo que no se debe hacer en el día de reposo, personalmente prefiero destacar cuáles son las actividades que se deberían hacer en el tiempo sagrado.
En la Biblia podemos ver que el sábado es un día dedicado a la vida de la iglesia. Jesús tenía la costumbre de reunirse sábado tras sábado en la sinagoga para escuchar y predicar la Palabra de Dios (Lúe. 4:16). Igualmente, los apóstoles y el resto de la iglesia cristiana primitiva honraron el sábado dedicándolo a la adoración en el templo y en los hogares iglesia. De esta manera, tú puedes colaborar con las actividades de tu Escuela Sabática y la Sociedad de Jóvenes. Los jóvenes que se mantienen ocupados en estas labores, prácticamente no tienen problemas en guardar el sábado como Dios lo pide.
También es un día dedicado a actividades desinteresadas por los demás. Jesús realizó numerosos milagros de sanidad en sábado, y nosotros también podemos visitar y orar por los enfermos físicos, visitar a las personas que no se están congregando y llevar alimentos y ropa a la gente necesitada, con la esperanza de presentarles luego las verdades del evangelio. Disfrutar también de un retiro espiritual en contacto con la naturaleza y alabar a Dios con otros de la misma fe, son algunas opciones que nos ayudan a "recordar el día de reposo para santificarlo".
A lo largo de toda la Biblia, el único día de reposo separado por Dios para un uso sagrado es el sábado, y tú lo puedes disfrutar en la medida que cada semana te dispongas a encontrarte con tu Señor. No pierdas la oportunidad de congregarte y santificar ese día para quien te da la vida.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
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