Y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó... Y él dijo: hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado. Daniel 8:12, 14.
Durante siglos, la verdad de Cristo permaneció oculta a los corazones humanos. No es casualidad que en nuestros días existan cientos de religiones que pretendan tener la verdad y aseguren conducir al cielo. Esa enorme cantidad de religiones son simplemente una reacción contra la tiranía y opresión religiosa que durante siglos dominó al mundo cristiano.
Daniel anticipó proféticamente que la verdad celestial sería echada por tierra y que un poder usurpador prosperaría con el engaño. Tristemente, muchos de esos engaños aún repercuten en las mentes de quienes no se han animado a estudiar las Sagradas Escrituras.
Seguramente has escuchado hablar de que los muertos van al cielo, o al infierno o al purgatorio; que ellos nos están mirando y alentando desde el más allá en los momentos de dificultad y dolor. Todo eso es parte de un gran engaño ideado por los enemigos de Dios y de su verdad. También habrás oído que a Dios no le importa a qué iglesia uno va, porque lo realmente importante es pertenecer a una. Eso es falso; porque es posible ser cristiano y estar en el error. Otra mentira es creer que podemos ganar la salvación a través de actos de benevolencia, creyendo que Dios está obligado a salvarme si soy una persona "buena". Error, mentira, engaños: todo esto prosperó en la mente del "cuerno pequeño" que hostigó a la humanidad durante 1.260 años.
La Biblia, la única fuente de verdad, señala que los muertos están descansando, esperando el regreso de Cristo para volver a la vida. Es importante nuestra creencia, porque "hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte" (Prov. 16:25), y la salvación solo viene por la fe en los méritos y la obra de Cristo.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día no nació como una iglesia más, sino que fue levantada por Dios en el tiempo indicado para restaurar la verdad en todo el mundo. No existe otra iglesia en el planeta con una doctrina tan pura, coherente con toda la Biblia, y que predique la observancia de los Diez Mandamientos.
A lo largo de este mes, acompáñame para que juntos veamos la importancia de vivir a la luz de la verdad.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Durante siglos, la verdad de Cristo permaneció oculta a los corazones humanos. No es casualidad que en nuestros días existan cientos de religiones que pretendan tener la verdad y aseguren conducir al cielo. Esa enorme cantidad de religiones son simplemente una reacción contra la tiranía y opresión religiosa que durante siglos dominó al mundo cristiano.
Daniel anticipó proféticamente que la verdad celestial sería echada por tierra y que un poder usurpador prosperaría con el engaño. Tristemente, muchos de esos engaños aún repercuten en las mentes de quienes no se han animado a estudiar las Sagradas Escrituras.
Seguramente has escuchado hablar de que los muertos van al cielo, o al infierno o al purgatorio; que ellos nos están mirando y alentando desde el más allá en los momentos de dificultad y dolor. Todo eso es parte de un gran engaño ideado por los enemigos de Dios y de su verdad. También habrás oído que a Dios no le importa a qué iglesia uno va, porque lo realmente importante es pertenecer a una. Eso es falso; porque es posible ser cristiano y estar en el error. Otra mentira es creer que podemos ganar la salvación a través de actos de benevolencia, creyendo que Dios está obligado a salvarme si soy una persona "buena". Error, mentira, engaños: todo esto prosperó en la mente del "cuerno pequeño" que hostigó a la humanidad durante 1.260 años.
La Biblia, la única fuente de verdad, señala que los muertos están descansando, esperando el regreso de Cristo para volver a la vida. Es importante nuestra creencia, porque "hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte" (Prov. 16:25), y la salvación solo viene por la fe en los méritos y la obra de Cristo.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día no nació como una iglesia más, sino que fue levantada por Dios en el tiempo indicado para restaurar la verdad en todo el mundo. No existe otra iglesia en el planeta con una doctrina tan pura, coherente con toda la Biblia, y que predique la observancia de los Diez Mandamientos.
A lo largo de este mes, acompáñame para que juntos veamos la importancia de vivir a la luz de la verdad.
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