Y todo lo que esté en tu mano hacen hazlo con todo empeño. Eclesiastés 9:10.
«¿Qué significa que una persona siempre haga lo mejor que pueda?», preguntó el profesor a sus alumnos el primer día de clases del nuevo año escolar. Luego señaló hacia un lugar del salón donde estaba un letrero bien grande con el mensaje:
HAZ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS
Cuando los alumnos le preguntaron a qué actividades específicamente se refería y durante cuánto tiempo debían hacer lo mejor, el profesor contestó mostrándoles otro cuadro: «No importa cuál sea la actividad, dondequiera estés, con quien quiera estés, haz siempre lo mejor que puedas».
Luego explicó con más detalles que hacer lo mejor equivale a establecernos altos ideales en la vida y luego esforzarnos por vivir a la altura de esos ideales.
El profesor del cual estoy hablando es Hal Urban. En uno de sus libros, él cuenta que cierto día, después de clases, uno de sus alumnos pidió hablar con él.
—¿Recuerda profesor aquella clase en la cual nos preguntó lo que significa hacer siempre lo mejor?
—¡Claro que sí! —respondió el profesor—. Hago la misma pregunta todos los años.
—Pues le confieso que no he podido sacarla de mi cabeza. He pensado y pensado en esa pregunta y la verdad es que siempre he llegado a la misma conclusión: Si uno tiene algo que hacer, ¿por qué no hacerlo de la mejor manera posible?
Cuenta el profesor Urban que doce años más tarde recibió un correo electrónico de parte del mismo joven. En ese mensaje el joven le contó de sus éxitos profesionales y de sus planes de contraer matrimonio. Luego le preguntó al profesor si recordaba aquella conversación que habían tenido sobre la intención de hacer siempre lo mejor. Al final escribió: «Hoy soy lo que soy porque aprendí que siempre tengo que hacer lo mejor que pueda. Espero que todavía siga enseñando lo mismo a sus alumnos» (Chotees that Change Lives [Elecciones que transforman vidas], pp. 139, 140).
Y yo espero que tú, apreciado joven, estimada jovencita, tampoco olvides que siempre tienes que hacer lo mejor que puedas. No importa cuál sea la actividad, dondequiera que estés, con quien quiera estés, haz siempre lo mejor que puedas.
Jamás te conformes con menos. Dios espera lo mejor de ti. Y el mundo lo necesita. ¿Cuál es tu decisión?
Hoy resuelvo, Señor Jesús, al igual que tú, hacer siempre lo mejor.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala
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