sábado, 24 de marzo de 2012

¿LÓGICA HUMANA O DIVINA?

El Señor no salva con espada ni con lanza. 1 Samuel 17:47.

Trata de imaginar la experiencia que vivió este pobre hombre. Durante cuarenta días un guapetón de barrio lo desafió a pelear. ¡Durante cuarenta días tuvo que escuchar las burlas de ese miserable! ¿Puedes creer? ¡Cuarenta días de vergüenza! ¿Por qué no enfrentó a ese bravucón?
Esto es más fácil decirlo que hacerlo. El «pobre hombre» de nuestra historia es Saúl, el primer rey de Israel. Y el guapetón es un gigante llamado Goliat. Lleva puesta una coraza que pesa unos 55 kilos, y porta una jabalina que es casi tan grande como él. Para colmo, cada mañana se levanta buscando pelea. Nadie se atreve a enfrentarlo, pero se espera que Saúl dé la cara. A fin de cuentas, es el rey; y el más alto en Israel (ver 1 Sam. 9:2).
¿Qué hizo Saúl para salir de ese paquete? A decir verdad, no mucho. Pensó y pensó... pero siempre llegó a la misma conclusión: «No tengo ninguna posibilidad». ¿Tenía razón Saúl? Sí, según la lógica humana. Pero entonces aparece en el escenario un jovencito de nombre David que maneja una lógica diferente. Va al campo de batalla para llevar comida a sus hermanos. Apenas escucha al gigantón proferir sus insultos, siente que algo se le revuelve dentro del estómago: «¿Quién es este filisteo pagano para desafiar así al ejército del Dios viviente?» (1 Sam. 17:26).
Sin pérdida de tiempo, David se ofrece como voluntario para silenciar al bocón. Quieren ponerle una armadura, pero no la acepta. Entonces toma cinco piedras, su honda y su arma secreta (su fe en Dios): «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso» (vers. 45).
En verdad, una lógica diferente. En términos humanos, imposible, pero con Dios de su parte, todo es posible. Saúl vio lo grande que era el gigante, y el temor lo paralizó; David vio lo grande que es Dios, y por fe prevaleció.
¿Hay en tu vida algún «Goliat» que te esté quitando el sueño ahora mismo? ¿Alguna tentación poderosa? La lógica de Saúl indica que, humanamente, nada puedes hacer; la lógica de David dice que en el nombre del Señor todopoderoso no hay Goliat que pueda resistirte.
Señor todopoderoso, me apoyo en ti para enfrentar las tentaciones y los desafíos de este día.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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