miércoles, 4 de julio de 2012

UN ÁNGEL ENVIADO POR DIOS


Pues a sus ángeles mandará que te guarden en todos tus caminos (Salmo 91:11)

En una ocasión recogí a mis hijas de la escuela después del trabajo. Tenía planes de ir a un mercado que se encuentra al sur de la ciudad de México, ya que necesitaba hacer unas compras urgentes. En el trayecto nos detuvimos en una tienda para adquirir varios artículos que no se conseguían en aquel mercado. A la salida vimos una pequeña tienda de manualidades y la propietaria con mucha amabilidad les enseñó a mis hijas varios objetos. Como tenía mucha prisa, yo le decía que no nos interesaba ninguno de sus productos. Sin embargo, ella seguía insistiendo, por lo que pensé: «Por culpa de esta señora me van a cerrar el mercado». Pero ni mis hijas ni la señora me prestaron atención, e incluso terminé comprándoles algo.
Por fin salimos de aquel negocio. Yo estaba muy contrariada y con rapidez me dirigí al mercado. De pronto oímos el sonido de las sirenas de los bomberos y de varias ambulancias, por lo que pregunté a mis hijas: «¿Qué habrá pasado?». A una cuadra del mercado todo estaba acordonado. Observamos con horror que el mercado prácticamente había sido destruido por una gran explosión, producida exactamente en el lugar donde haríamos nuestras compras. Luego supimos por las noticias que había habido numerosos muertos y heridos.
«Los ángeles del cielo son enviados para servir a los que han de heredar la salvación. No sabemos ahora quiénes son; aún no se ha manifestado quiénes han de vencer y compartir la herencia de los santos en luz; pero los ángeles del cielo están recorriendo la longitud y la anchura de la tierra, tratando de consolar a los afligidos, proteger a los que corren peligro, ganar los corazones de los hombres para Cristo» (El Deseado de todas las gentes, cap. 70, p. 609),  La propietaria de la tienda de manualidades fue un ángel enviado por Dios, con su insistencia nos protegió de una muerte segura a mis tres hijas y a mí.  Alabado sea el nombre del Señor porque envía a sus ángeles para preservar nuestra vida.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Gabriela Araceli Benitez

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