sábado, 1 de septiembre de 2012

HACER LO QUE SABEMOS


Si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que se lleve también tu capa. Mateo 5:40.

Alguien dijo que lo más difícil de ser cristianos es hacer lo que sabemos que tenemos que hacer. No está lejos de la verdad.
James Sire ilustra muy bien este punto con la experiencia de Susana, una estudiante universitaria, que no creía en Dios.
Cierto día Susana decidió seguir el consejo de una amiga, en el sentido de «probar a Dios». Comenzó a leer los Evangelios con la condición de que, si encontraba algo que tuviera sentido, lo pondría en práctica.
Leyó hasta que llegó al Sermón del Monte: «Si alguien [...] te quiere quitar la camisa, déjale que se lleve también tu capa» (Mat. 5:40). Esas palabras la dejaron tan impactada que, al final de la lectura, dijo: «Si tú existes, Dios, quiero que sepas que voy a tratar de hacer lo que dice este versículo. Ya sabes por qué. Quiero saber si existes y si Jesús es quien dice ser».
Cierto día Susana estaba en la biblioteca de la universidad cuando un estudiante quiso apoderarse, por la fuerza, de su cubículo de estudio.
—¡Mira, yo voy a usar este cubículo sea que te guste o no! —gritó el joven.
Cuando oyó estas palabras, Susana recordó el versículo del Sermón del Monte. Entonces dijo para sí: «Dios, dondequiera estés, es verdad que yo quiero saber si Jesús es Dios, pero, ¿no hay otra manera de averiguarlo que no sea obedeciendo este versículo? No quiero que este tipo se salga con la suya».
Después de batallar consigo misma durante algunos segundos, Susana reconoció que ese era el momento de aplicar las enseñanzas de Jesús.
—Puedes quedarte con mi cubículo —dijo.
Resultará curioso, pero el asunto no quedó ahí. Una empleada de la biblioteca que vio todo el incidente informó a las autoridades universitarias de lo ocurrido. Cuando le preguntaron a Susana cuál era su deseo, ella reiteró con firmeza: «Pueden darle mi cubículo».
Más tarde, el mismo «bravucón» le preguntó a Susana por qué había accedido. Su respuesta fue simple: «Lo que he leído en la Biblia me ha enseñado que, si crees en Jesús, él te dará mucho más que un cubículo de estudio. Así que puedes quedarte con el cubículo. Es lo que Jesús habría hecho» (Discipleship ofthe Mind [El discipulado de la mente], pp. 111-113).
Señor, en cada circunstancia, ayúdame a actuar como tú lo habrías hecho.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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