«He pasado trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el frío y por la falta de ropa» (2 Corintios 1 1:27).
Pobre Pablo. En nuestra expedición por el texto bíblico de hoy encontramos que Pablo tuvo que soportar momentos difíciles. Pasó hambre, sueño, frío y desnudez por haber escogido serle fiel a Jesús.
¿Alguna vez has pasado frío? Yo escuché la historia de un hombre que estaba conduciendo su vehículo a través de una tormenta de nieve. La nevada era tan fuerte que llegó un momento en que no tenía visibilidad, así que estacionó su automóvil a un lado de la vía. La nieve siguió cayendo hasta que cubrió completamente el vehículo. Él dejó el motor encendido para mantenerse caliente, pero con el paso de las horas se acabó el combustible. El hombre había cometido el error de no llevar un buen abrigo ni nada de comida. Comenzó a temblar, y la temperatura de su cuerpo bajó. A esto se lo conoce como hipotermia. Pronto se quedó inmóvil y estuvo a punto de morir; cuando, justo en ese momento, apareció un hombre que conducía un quitanieves y lo encontró.
Satanás está deseoso de que a nosotros nos dé «hipotermia» espiritual. Él quiere que nuestro amor por Jesús se congele y muera. No permitas que eso ocurra. Mantente en movimiento, colócate el tibio manto de justicia de Cristo y entra en calor con él.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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