Olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno (Salmo 25:7).
No sé si tú has cometido errores. Yo sí; algunos que preferiría borrar de mi propia memoria y de la memoria pública. Muchas veces esto no es posible, pero déjame decirte que sí podemos «enterrarlos».
Edward Kennedy era el hermano menor en una conocida familia estadounidense en el mundo de la política que casi se fue a la ruina debido a las malas decisiones de algunos de sus miembros. El hermano mayor, John F. Kennedy, fue condecorado varias veces por su heroísmo en la Segunda Guerra Mundial, fue reconocido por su capacidad intelectual (ganó un premio Pulitzer) y fue uno de los más exitosos y queridos presidentes de la historia de los Estados Unidos. Otro hermano, Robert F Kennedy fue procurador general de la nación, un destacado líder en materia de derechos civiles y habría sido presidente si no lo hubiesen asesinado mientras los sondeos lo señalaban como candidato favorito.
Por su parte, Edward Kennedy tenía mal pronóstico. Lo expulsaron de la Universidad de Harvard durante su primer año de estudios, cuando le pidió a un compañero que hiciera un examen de español en su lugar. Se unió al ejército, pero no combatió gracias a la influencia de su padre. Fue nombrado senador a los treinta años de edad sin méritos propios, gracias al tremendo poder político de su familia. Sin embargo, su gran error ocurrió la noche del 18 de julio de 1969 en Chappaquiddick. Después de una fiesta de dudosos propósitos, el automóvil que Edward conducía volcó en un puente y su acompañante, Mary Jo Kopechne, murió ahogada. Siempre quedó la sospecha de que Edward iba borracho.
Edward no se pudo recuperar de tal error y nunca fue presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, su vida no fue un fracaso. Decidió dedicarse a luchar por los derechos de los menos afortunados. Llegó a ser conocido como el «León del Senado», en el que permaneció durante 47 años. Cuando murió, el 25 de agosto de 2009, la revista Time publicó un artículo dedicado a él titulado «The Brother Who Mattered Most» [El hermano que más influyó].
Dios está dispuesto a perdonar tus errores y enterrarlos para siempre. Te da la oportunidad de reconstruir tu vida usando tus dones y talentos en favor de otros, así como Edward en el momento más importante de su vida.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez
No sé si tú has cometido errores. Yo sí; algunos que preferiría borrar de mi propia memoria y de la memoria pública. Muchas veces esto no es posible, pero déjame decirte que sí podemos «enterrarlos».
Edward Kennedy era el hermano menor en una conocida familia estadounidense en el mundo de la política que casi se fue a la ruina debido a las malas decisiones de algunos de sus miembros. El hermano mayor, John F. Kennedy, fue condecorado varias veces por su heroísmo en la Segunda Guerra Mundial, fue reconocido por su capacidad intelectual (ganó un premio Pulitzer) y fue uno de los más exitosos y queridos presidentes de la historia de los Estados Unidos. Otro hermano, Robert F Kennedy fue procurador general de la nación, un destacado líder en materia de derechos civiles y habría sido presidente si no lo hubiesen asesinado mientras los sondeos lo señalaban como candidato favorito.
Por su parte, Edward Kennedy tenía mal pronóstico. Lo expulsaron de la Universidad de Harvard durante su primer año de estudios, cuando le pidió a un compañero que hiciera un examen de español en su lugar. Se unió al ejército, pero no combatió gracias a la influencia de su padre. Fue nombrado senador a los treinta años de edad sin méritos propios, gracias al tremendo poder político de su familia. Sin embargo, su gran error ocurrió la noche del 18 de julio de 1969 en Chappaquiddick. Después de una fiesta de dudosos propósitos, el automóvil que Edward conducía volcó en un puente y su acompañante, Mary Jo Kopechne, murió ahogada. Siempre quedó la sospecha de que Edward iba borracho.
Edward no se pudo recuperar de tal error y nunca fue presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, su vida no fue un fracaso. Decidió dedicarse a luchar por los derechos de los menos afortunados. Llegó a ser conocido como el «León del Senado», en el que permaneció durante 47 años. Cuando murió, el 25 de agosto de 2009, la revista Time publicó un artículo dedicado a él titulado «The Brother Who Mattered Most» [El hermano que más influyó].
Dios está dispuesto a perdonar tus errores y enterrarlos para siempre. Te da la oportunidad de reconstruir tu vida usando tus dones y talentos en favor de otros, así como Edward en el momento más importante de su vida.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
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Por Félix H. Cortez
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