Mantengo la misma fortaleza que tenía el día en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energías que tenía entonces (Josué 14:11).
¡Cuánto de cierto hay en las palabras de Caleb! Y qué difícil es mantener un buen ánimo en la vejez. El problema es que muchos jóvenes parecen bastante desanimados en el momento más productivo de su paso por este mundo. ¿Los has oído hablar en un tono notablemente derrotista? Se supone que en este momento de sus vidas debieran estar llenos de vigor y espíritu de lucha para enfrentar todo tipo de desafíos.
Durante su juventud, Caleb se enfrentó a uno de los momentos más difíciles de su vida. Formó parte de los doce espías que fueron a reconocer la tierra de Canaán que era sumamente atractiva para vivir. El problema eran sus habitantes, incluyendo algunos gigantes que no parecían dispuestos a cederles sus tierras. Entonces, diez de los espías se desalentaron y dieron un informe pesimista a los hijos de Israel. El ánimo del pueblo se desplomó. Pero entonces, el joven Caleb los exhortó a confiar en la promesa divina y tomar la tierra que Dios les había otorgado. Sus palabras fueron muy importantes para combatir el negativismo de sus compañeros.
Muchas personas creen que cuando han llegado a la vejez se les ha terminado la vida. Es posible que tú tengas algunos familiares que ya han entrado en esta etapa. Pero lo interesante es que varios personajes de la Biblia tuvieron sus mejores momentos de la vida después de los sesenta años. Este fue el caso de Abraham, cuyos grandes éxitos se registran en la última etapa de su vida.
Caleb fue un hombre que mantuvo un espíritu de lucha durante la vejez. No se dejó gobernar por el pesimismo en ningún momento. Su energía nunca lo abandonó. Su actitud no dependía de su edad. Eso significa que es muy importante mantener un buen estado de ánimo a lo largo de nuestra existencia.
Esta mañana quiero invitarte a no sucumbir ante el pesimismo. Eso es muy fácil y no requiere grandes esfuerzos. En realidad, la mayoría de los jóvenes optan por este camino. Lo que sí vale la pena es ser como Caleb, quien estuvo dispuesto a asumir una actitud positiva cuando el resto de sus compañeros se había infectado de fatalismo. Eso sí es digno de reconocimiento.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez
No hay comentarios:
Publicar un comentario