Mientras que esos malvados embaucadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados (2 Timoteo 3:13).
No sé qué piensas tú, pero creo que algo que está pasando en el mundo del espectáculo se anuncia en esta frase: «La creatividad está agonizando... al menos en Hollywood». Aquellos buenos guiones de películas que solían abundar en el pasado hoy escasean. Parece que los creadores de complicadas tramas y personajes «de película» han agotado su imaginación.
Aparentemente, la creatividad de muchos guionistas afronta una severa crisis. La primera señal de este «agotamiento» fue la aparición de películas por demás ridículas. En segundo lugar, llegó la época, en la cual estamos inmersos, de los remakes, mejor dicho, «refritos», que tratan de explotar los éxitos del pasado. Ahora tenemos secuelas y «precuelas» que en su mayoría resultan de dudosa calidad.
Seguramente ya te diste cuenta. La creatividad se está agotando. Todo se acaba. Lo que no se acaba es el mal. No obstante, lo que está ocurriendo en la industria del espectáculo ahora, ya ocurrió en el teatro romano hace mucho tiempo.
En el teatro romano llegó un momento en que el gusto popular se envileció hasta tal punto que ya nada complacía a las multitudes. Al populacho, acostumbrado a las emociones fuertes del teatro, ya nada lo satisfacía. Así, el espectáculo se fue haciendo cada vez más violento hasta que, finalmente, solo el derramamiento de sangre los emocionaba. Así fue como llegaron al salvaje entretenimiento de los gladiadores que luchaban a muerte para contentar a una turba envilecida.
Con las emociones, la moral y el goce sucede igual que con el gusto por la comida: el exceso los vicia y acaban pervertidos. El exceso de condimento en la comida lleva a exigir cada vez más condimento para que el gusto se vea satisfecho.
Lo mismo ocurrió con la industria del entretenimiento. El insaciable gusto por el video de las multitudes en la actualidad hace que la industria del cine produzca películas de manera comercial y cada vez más violentas. En realidad, el ser humano se está envileciendo cada vez más. Ahora no se siente satisfecho si no ve muerte, violencia, sexo. Es una señal de los tiempos. Los engañadores irán de mal en peor.
Cuida las avenidas del alma, recuerda que todo lo que ves tiene un impacto para bien o mal en la formación del carácter. La decisión es tuya.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez
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