Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado (Juan 17:3).
En su libro Phantoms in the Brain [Fantasmas del cerebro], el doctor Vilayanur S. Ramachandran cuenta que Paul, asistente del gerente de un negocio, fue a consultarlo en busca de explicaciones a varios extraños fenómenos que le ocurrían. Desde los ocho años había experimentado convulsiones. El doctor Ramachandran descubriría más tarde que esas convulsiones estaban relacionadas con el sistema límbico, relacionado, entre otras cosas, con la experimentación y expresión de emociones. Durante esas convulsiones Paul había visto luces prodigiosas y había experimentado sensaciones espirituales muy poderosas.
Una de las cosas que más le intrigaba, sin embargo, era lo que él llamaba “flashbacks [retrospectivas] asombrosas”.
-¿Qué tipo de flashbacks? -preguntó el doctor Ramachandran.
-Bueno, el otro día, durante una convulsión, podía recordar cada pequeño detalle de un libro que leí hace muchos años. Renglón tras renglón, página tras página, palabra por palabra -contestó Paul.
¿Qué te parece? Yo ya he leído la Biblia por completo muchas veces y la serie El Gran Conflicto, de Elena de White, otro tanto, pero no puedo recordar palabra por palabra lo que dicen. Otros han tomado una ruta más difícil. Durante el verano del año 2011, Larry Lichtenwalter me comentó que memorizaba grandes porciones de la Biblia. Ya en ese momento sabía de memoria todo el libro de Apocalipsis y se encontraba memorizando la carta a los Hebreos. Me repitió de memoria con precisión algunos capítulos de Apocalipsis y también los capítulos 1 y 2 de Hebreos. Eso requiere de mucha dedicación y esfuerzo.
Largas horas de repetición y concentración para grabar cada palabra en la memoria. Si quieres saber más, consulta sobre Larry Lichtenwalter
Cuando leí el relato de los fenómenos intrigantes que le ocurrían a Paul, inmediatamente pensé en lo genial que sería que, de forma milagrosa. Dios me hiciera recordar todos los pasajes bíblicos que he leído. Después de pensarlo un poco, sin embargo, llegué a la conclusión de que no es una buena idea. ¿Por qué? Es que Dios no quiere que estudiemos la Biblia únicamente para obtener información. Quiere que meditemos en su Palabra. Que reflexionemos, en el contexto del estudio de la Biblia, qué decisiones son mejores para nuestra vida. Quiere que aprendamos a hablar con él y a escuchar su voz. Quiere ser nuestro Amigo. Desea enseñarnos a pensar y a vivir. Eso no se obtiene con información. Se obtiene mediante una relación. ¿Por qué no abres la Palabra esta mañana y empiezas a conversar con Dios
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez
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