Tu Oración: Querido Dios, gracias porque siempre me das algo para comer, así como a las plantas del desierto.
Versículo para hoy: “Cuando encontré a Israel, fue como hallar uvas en el desierto”. Ósea 9:10.
Cuando Dios creó nuestro mundo era hermoso y no había espinas, no hacía calor o frío. Pero después que Adán y Eva desobedecieron a Dios todo cambió. La hermosa alfombra de pasto verde empezó a secarse. La tierra era diferente y las plantas tuvieron que adaptarse a climas distintos.
A pesar de eso, la creación de Dios sigue siendo maravillosa. Hay muchos tipos de plantas, como los cactos que viven en lugares donde hace demasiado calor y casi no llueve. Es decir, el desierto. Los cactos tienen un depósito debajo de sus espinas que los ayuda a guardar agua durante mucho tiempo. Si te fijas, los cactos tienen una capa brillosa, que les sirve para protegerse de los calientes rayos del sol. Con sus espinas recolectan el agua del rocío de las mañanas. Dios es tan bueno con toda su creación, que hizo provisión para las plantas que viven en el desierto
Un poquito de ciencia
Con ayuda de tu papá, o tu hermano o hermana mayor, investiga en una enciclopedia o en Internet sobre los cactos o cactus. Dibuja en tu libreta de observaciones las diferentes clases de cactos que encuentres.
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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