El principio de la cooperación es valiosísimo. Elena de White
Una madre de dos pequeños de cinco y dos años les pidió que ayudaran a su papá a lavar el automóvil. En plena actividad, el mayorcito mojó al más pequeño con la manguera, y el menor gritó: “¡No me riegues, que no soy una flor!” Qué ocurrencia. .. La frase dio lugar a un juego de agua y risas.
Lo cierto es que cuando los niños nos ayudan a hacer algo, normalmente lo que sucede es que o se avanza más despacio por su presencia, o ellos terminan enredados en algún tipo de diversión, como corresponde a su edad. Aparentemente se crean mayor confusión y retraso de lo que estamos dispuestas a aceptar como adultas, pero déjame decirte, querida amiga, que ¡vale la pena! No caigas en la tentación de pensar que el esfuerzo es inútil, que ellos no aprenden nada, y que tú no haces sino perder tu valiosísimo tiempo.
De entre los consejos inspirados sobre este tema, traigo uno hoy para ti: “Dediquen los padres tiempo a la enseñanza de sus hijos, háganles ver que valoran su cooperación, desean su confianza y se gozan en su compañía, y los niños no serán tardos en responder.
No solo se aliviará la carga de los padres y recibirán los niños una preparación práctica de inestimable valor, sino que se fortalecerán los lazos del hogar y se harán más profundos los cimientos del carácter”
(El hogar cristiano, capítulo 49, pp. 281, 282). Quien dice padres dice tíos, abuelos, adultos en general…
Y quien dice hogar, dice iglesia.
Hacer las tareas del hogar o de la iglesia nosotras solas puede resultamos más rápido y más eficaz en el momento pero, a largo plazo, estaremos privando a los niños de aprender grandes lecciones de vida en la mejor edad, especialmente la importancia del principio de la cooperación. No te digo que permitas, sino que pidas a los pequeños que te ayuden, que colaboren contigo en aquello que ya tengan edad de poder desempeñar. Mejor o peor, pero eso es solo cuestión de tiempo.
Creemos para los niños un espacio donde puedan aprender libremente la importancia de la cooperación y la responsabilidad. Los resultados serán una gran bendición para todos.
“Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará” (Prov. 22:6).
Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
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