jueves, 2 de julio de 2009

EL SECRETO DEL ÉXITO

Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que si hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús. Filipenses 3: 13, 14

Enciende la televisión cualquier domingo por la mañana y, si la miras suficiente tiempo, te encontrarás con un espacio informativo comercial en el que alguien te dirá, por la cómoda cantidad de 39.95 dólares al mes durante tres meses, más gastos de envío, cómo tener éxito más allá de lo que te puedas-imaginar. Para la mayoría de la gente tener éxito significa ganar mucho dinero. Los que salen en la televisión afirman que lo puedes hacer comprando y vendiendo casas, jugando en la bolsa o invirtiendo en cualquier estructura para hacerse rico en poco tiempo. Pero el éxito de verdad no tiene nada que ver con el dinero. Tiene mucho que ver, de hecho es, hacer la obra que Dios nos ha encargado. Creo que podríamos resumir nuestra tarea en siete palabras: amar a Dios, amar a los demás. Eso lo es todo en la vida. Cada mañana cuando empieces el día, piensa en cuan diferente serían las cosas si, en lugar de planificar el día según tus deseos y lo que te haría feliz, te preguntaras dos cosas: «¿Qué puedo hacer hoy para demostrar a Dios lo mucho que lo amo?» y «¿Qué puedo hacer hoy para demostrarle a alguien que lo amo?» Los dos mayores mandamientos, «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente» y «Ama a tu prójimo como a ti mismo» son la clave del éxito. Si pudiéramos dejar de pensar en nosotros mismos, empezaríamos a hacernos una idea de cómo será el cielo. En el cielo no nos preocuparemos por si recibimos muchas cosas, sino por lo que podamos dar. ¿Qué puedes hacer hoy para mostrarle tu amor a Dios? ¿Qué puedes hacer hoy para mostrarle amor a alguien?

Tomado de la Matutina El viaje Increíble.

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