Y perfeccionado, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen. Hebreos 5: 9
La marca distintiva de los cristianos es el amor. Pero una marca identificadora muy importante y vital es la obediencia. Quizá esta ilustración del pastor William L. Barclay nos ayude a comprenderla mejor: Cuando el hermano Willis y su esposa comenzaron nuestra obra en los cerros de Lushai, en la India, se preguntaban qué nombre les daría la gente. Los lushai siempre tenían un nombre descriptivo para aquellos que venían a vivir entre ellos. Al principio a los Lowry los llamaron Seventh-day Whites (blancos del séptimo día) para distinguirlos de los Welsh Mission Whites (blancos de la misión galesa), los Salvation Army Whites (blancos del Ejército de Salvación) y los Román Whites (blancos católicos romanos). Estaban un poco chasqueados porque aquella designación, aquel mote, solo los identificaba simplemente como otra denominación más. Después de unos meses, se enteraron complacidos de que los lushai les habían cambiado el nombre por el de Obeying God´s Word Whites (blancos que obedecen la Palabra de Dios). «"Blancos que obedecen la Palabra de Dios"... ¡Qué nombre gozoso! Cuatro palabras [inglesas] que relatan la historia de hombres y mujeres llenos del Espíritu que están decididos, cueste lo que cueste, a temer a Jehová y andar en sus caminos. ¡Cuan fácil es identificar a los hijos de Dios! No importa quiénes sean, estén en las selvas de la India o en las islas del mar, en las grandes ciudades del mundo o en las aldeas más remotas, ellos andan en los caminos de Dios, obedecen su voluntad. Guardan sus mandamientos. Aman a Dios y comparten ese amor con los demás». ¡Qué bien los identifica el reflector profético del Apocalipsis! En los últimos días los que temen a Dios quedan bien identificados, porque ese temor se traduce en obediencia fiel a sus mandamientos: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús» (Apoc. 14:12). No existe la menor forma de equivocarse. No es posible dejar de identificarlos. Los cristianos pacientes, sufridos y fieles de los últimos días se conocerán porque «guardan los mandamientos de Dios». Conviene ejercitar la obediencia hoy, hacer una minuciosa y honesta revisión de la conducta, ver con cuidado y dedicación los más íntimos motivos de la vida. Porque la obediencia a Dios que ofrecen los cristianos no se basa en la estricta obediencia a la letra, sino en la humilde sujeción a su espíritu, tal como indicó nuestro Señor en el Sermón del Monte.
Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.
La marca distintiva de los cristianos es el amor. Pero una marca identificadora muy importante y vital es la obediencia. Quizá esta ilustración del pastor William L. Barclay nos ayude a comprenderla mejor: Cuando el hermano Willis y su esposa comenzaron nuestra obra en los cerros de Lushai, en la India, se preguntaban qué nombre les daría la gente. Los lushai siempre tenían un nombre descriptivo para aquellos que venían a vivir entre ellos. Al principio a los Lowry los llamaron Seventh-day Whites (blancos del séptimo día) para distinguirlos de los Welsh Mission Whites (blancos de la misión galesa), los Salvation Army Whites (blancos del Ejército de Salvación) y los Román Whites (blancos católicos romanos). Estaban un poco chasqueados porque aquella designación, aquel mote, solo los identificaba simplemente como otra denominación más. Después de unos meses, se enteraron complacidos de que los lushai les habían cambiado el nombre por el de Obeying God´s Word Whites (blancos que obedecen la Palabra de Dios). «"Blancos que obedecen la Palabra de Dios"... ¡Qué nombre gozoso! Cuatro palabras [inglesas] que relatan la historia de hombres y mujeres llenos del Espíritu que están decididos, cueste lo que cueste, a temer a Jehová y andar en sus caminos. ¡Cuan fácil es identificar a los hijos de Dios! No importa quiénes sean, estén en las selvas de la India o en las islas del mar, en las grandes ciudades del mundo o en las aldeas más remotas, ellos andan en los caminos de Dios, obedecen su voluntad. Guardan sus mandamientos. Aman a Dios y comparten ese amor con los demás». ¡Qué bien los identifica el reflector profético del Apocalipsis! En los últimos días los que temen a Dios quedan bien identificados, porque ese temor se traduce en obediencia fiel a sus mandamientos: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús» (Apoc. 14:12). No existe la menor forma de equivocarse. No es posible dejar de identificarlos. Los cristianos pacientes, sufridos y fieles de los últimos días se conocerán porque «guardan los mandamientos de Dios». Conviene ejercitar la obediencia hoy, hacer una minuciosa y honesta revisión de la conducta, ver con cuidado y dedicación los más íntimos motivos de la vida. Porque la obediencia a Dios que ofrecen los cristianos no se basa en la estricta obediencia a la letra, sino en la humilde sujeción a su espíritu, tal como indicó nuestro Señor en el Sermón del Monte.
Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.
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