Pero ahora, así dice el señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío». Isaías 43:1.
¿No es cierto que sientes seguridad cuando puedes mostrar la garantía de un equipo electrónico que has adquirido y que no funciona? Vas ante el fabricante y, gracias a la garantía que muestras, él se compromete a arreglar el aparato Dios es tu creador, de ninguna manera aceptamos que somos el producto de la casualidad, o que somos el resultado de un accidente en el universo. Por lo tanto, nunca te debes avergonzar a causa de tu convicción de que Dios es el Creador. Tú has elegido las primeras palabras de la Biblia: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra» (Génesis 1: 1).
Formador tuyo. Quisiera que consideres el relato bíblico en cuanto a la creación. En los primeros cinco días Dios habló y la naturaleza obedeció. Incluso en la primera parte del día sexto. Pero cuando se trató del hombre -puedes imaginar a Dios arrodillado «formando» al hombre a partir del polvo de la tierra? ¿Puedes imaginar al artista universal utilizar sus manos para dar forma a Adán? Luego acercarse hasta su nariz y tocarlo con sus labios para compartir su aliento (Génesis 2:7, RV95). Después la intervención quirúrgica a Adán para formar con sus manos también a Eva. «Te puse nombre» (Isaías 43: 1, RV95). ¿Has pensado en el gran significado de tener un nombre? Cuando eras muy pequeño te llevaron a una oficina porque alguien te reclamaba como suyo y por eso te puso nombre. El acto de ir a la oficina de registro civil significa pertenencia. Perteneces a alguien que quiso darte nombre, un legado, y soñó en ese momento con el mejor de los destinos para ti.
Dios te ha llevado a la oficina de registro civil del universo, y te ha dado un nombre porque te reclama como suyo. Yodeni Hernández, cuyo cumpleaños celebra justamente hoy, puede testificar de la veracidad de esta promesa en la unidad familiar que Dios ha fortalecido.
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna
¿No es cierto que sientes seguridad cuando puedes mostrar la garantía de un equipo electrónico que has adquirido y que no funciona? Vas ante el fabricante y, gracias a la garantía que muestras, él se compromete a arreglar el aparato Dios es tu creador, de ninguna manera aceptamos que somos el producto de la casualidad, o que somos el resultado de un accidente en el universo. Por lo tanto, nunca te debes avergonzar a causa de tu convicción de que Dios es el Creador. Tú has elegido las primeras palabras de la Biblia: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra» (Génesis 1: 1).
Formador tuyo. Quisiera que consideres el relato bíblico en cuanto a la creación. En los primeros cinco días Dios habló y la naturaleza obedeció. Incluso en la primera parte del día sexto. Pero cuando se trató del hombre -puedes imaginar a Dios arrodillado «formando» al hombre a partir del polvo de la tierra? ¿Puedes imaginar al artista universal utilizar sus manos para dar forma a Adán? Luego acercarse hasta su nariz y tocarlo con sus labios para compartir su aliento (Génesis 2:7, RV95). Después la intervención quirúrgica a Adán para formar con sus manos también a Eva. «Te puse nombre» (Isaías 43: 1, RV95). ¿Has pensado en el gran significado de tener un nombre? Cuando eras muy pequeño te llevaron a una oficina porque alguien te reclamaba como suyo y por eso te puso nombre. El acto de ir a la oficina de registro civil significa pertenencia. Perteneces a alguien que quiso darte nombre, un legado, y soñó en ese momento con el mejor de los destinos para ti.
Dios te ha llevado a la oficina de registro civil del universo, y te ha dado un nombre porque te reclama como suyo. Yodeni Hernández, cuyo cumpleaños celebra justamente hoy, puede testificar de la veracidad de esta promesa en la unidad familiar que Dios ha fortalecido.
«Si los jóvenes tan solo hicieran de la Biblia un objeto de estudio, calmasen sus impetuosos deseos y escuchasen la voz de su Creador y Redentor, no solo estarían en paz con Dios, sino que se sentirían ennoblecidos y elevados». MJ 18
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna
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