«Con la riqueza aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona», Proverbios 19:4.
En Lucas 15 encontramos la parábola del hijo pródigo. Un joven rico pidió la parte de la herencia que le correspondía. Su padre accedió, y con tristeza lo vio irse de su casa.
Ahí donde se fue a vivir el muchacho, muchas personas se dieron cuenta de que llevaba dinero y le mostraron su «amistad». Se dieron la gran vida. Pero cuando al joven se le acabó el dinero, también los amigos, y terminó cuidando cerdos para sobrevivir.
Las amistades verdaderas no lo son por conveniencia. Siempre están disponibles cuando las necesitas. Es bueno tener amigos y amigas, y es sabio conservarlos. ¿Te digo cómo?
1. Ayúdalos cuando te necesiten.
2. Compárteles tus cosas.
3. Comunícate con ellos; mándales mensajes o platiquen por Internet.
4. Cuando los dejas de ver por algún tiempo, cáeles de sorpresa a su casa, o llámalos por teléfono para saludar.
5. Recuerda sus cumpleaños. Puedes enviarles tarjetas electrónicas por Internet.
6. Presta atención a sus problemas y necesidades. Escucha lo que te cuenten y no lo divulgues.
7. Ora por ellos o ellas cuando tengan problemas, y también cuando no los tengan.
Los amigos y amigas de verdad estarán contigo cuando los necesites.
Tomado de meditaciones matinales para menores
Conéctate con Jesús
Por Noemí Gil Gálvez
En Lucas 15 encontramos la parábola del hijo pródigo. Un joven rico pidió la parte de la herencia que le correspondía. Su padre accedió, y con tristeza lo vio irse de su casa.
Ahí donde se fue a vivir el muchacho, muchas personas se dieron cuenta de que llevaba dinero y le mostraron su «amistad». Se dieron la gran vida. Pero cuando al joven se le acabó el dinero, también los amigos, y terminó cuidando cerdos para sobrevivir.
Las amistades verdaderas no lo son por conveniencia. Siempre están disponibles cuando las necesitas. Es bueno tener amigos y amigas, y es sabio conservarlos. ¿Te digo cómo?
1. Ayúdalos cuando te necesiten.
2. Compárteles tus cosas.
3. Comunícate con ellos; mándales mensajes o platiquen por Internet.
4. Cuando los dejas de ver por algún tiempo, cáeles de sorpresa a su casa, o llámalos por teléfono para saludar.
5. Recuerda sus cumpleaños. Puedes enviarles tarjetas electrónicas por Internet.
6. Presta atención a sus problemas y necesidades. Escucha lo que te cuenten y no lo divulgues.
7. Ora por ellos o ellas cuando tengan problemas, y también cuando no los tengan.
Los amigos y amigas de verdad estarán contigo cuando los necesites.
Tomado de meditaciones matinales para menores
Conéctate con Jesús
Por Noemí Gil Gálvez
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