Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad. Job 31:5, 6.
¿Te diste cuenta que fácil es mentir? ¿Has visto con qué facilidad se pueden cambiar las palabras y pervertir levemente la realidad, tornando así la verdad en mentira? No es sencillo hablar siempre la verdad, ya que la naturaleza humana parece estar impregnada con este pecado que se inició en el Edén con las palabras de la serpiente. Como torrente de agua en un deshielo, la mentira inundo todas las relaciones humanas, y tristemente la verdad fue pisoteada y mancillada por aquellos que tienen el don del habla.
Job, como hombre de Dios, procuró que su hablar se pareciera al de su Creador, porque él sabía que de nada valía hacer grandes sacrificios, matar muchos animales en ofrendas y realizar largas oraciones, si sus palabras expresaban la mentira.
Es común ver a adolescentes y jóvenes que mienten con el propósito de ser admirados. Algunas veces relatan grandes proezas para recibir el aplauso de quienes los escuchan, pero ¿qué sentido tiene recibir aplausos por algo que no se hizo? ¿De qué sirve ser admirado, si en realidad están admirando a una imagen ilusoria y no a la persona real?
Como docente luche tenazmente contra la práctica de copiar en los exámenes, porque mirar la hoja de un compañero para escribir lo que no se sabe, es mentir sobre el conocimiento que se posee. Los exámenes se realizan para comprobar si el estudiante aprendió. Si su examen dice que aprendió pero en realidad no lo hizo, es mentira y no tiene mucha lógica. Casi siempre fui más comprensivo con el alumno que me decía que no había estudiado, en contraste con aquel que recurría a copiarse para obtener la aprobación. Me dolía que mintieran.
Dios, el Eterno Juez y Señor de la tierra, desea que sus hijos vivan a la luz de la verdad. Él sabe que quienes mienten están bajo la influencia del enemigo, ya que el diablo "es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44), pero con su poder desea librarlos para que transiten por la vida como auténticos cristianos. Por eso, Jesús, "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6), te invita hoy otra vez para que le des el primer lugar en tu corazón, para que su amor y su poder transformador te ayuden a crecer espiritualmente y abandones para siempre la mentira.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela
¿Te diste cuenta que fácil es mentir? ¿Has visto con qué facilidad se pueden cambiar las palabras y pervertir levemente la realidad, tornando así la verdad en mentira? No es sencillo hablar siempre la verdad, ya que la naturaleza humana parece estar impregnada con este pecado que se inició en el Edén con las palabras de la serpiente. Como torrente de agua en un deshielo, la mentira inundo todas las relaciones humanas, y tristemente la verdad fue pisoteada y mancillada por aquellos que tienen el don del habla.
Job, como hombre de Dios, procuró que su hablar se pareciera al de su Creador, porque él sabía que de nada valía hacer grandes sacrificios, matar muchos animales en ofrendas y realizar largas oraciones, si sus palabras expresaban la mentira.
Es común ver a adolescentes y jóvenes que mienten con el propósito de ser admirados. Algunas veces relatan grandes proezas para recibir el aplauso de quienes los escuchan, pero ¿qué sentido tiene recibir aplausos por algo que no se hizo? ¿De qué sirve ser admirado, si en realidad están admirando a una imagen ilusoria y no a la persona real?
Como docente luche tenazmente contra la práctica de copiar en los exámenes, porque mirar la hoja de un compañero para escribir lo que no se sabe, es mentir sobre el conocimiento que se posee. Los exámenes se realizan para comprobar si el estudiante aprendió. Si su examen dice que aprendió pero en realidad no lo hizo, es mentira y no tiene mucha lógica. Casi siempre fui más comprensivo con el alumno que me decía que no había estudiado, en contraste con aquel que recurría a copiarse para obtener la aprobación. Me dolía que mintieran.
Dios, el Eterno Juez y Señor de la tierra, desea que sus hijos vivan a la luz de la verdad. Él sabe que quienes mienten están bajo la influencia del enemigo, ya que el diablo "es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44), pero con su poder desea librarlos para que transiten por la vida como auténticos cristianos. Por eso, Jesús, "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6), te invita hoy otra vez para que le des el primer lugar en tu corazón, para que su amor y su poder transformador te ayuden a crecer espiritualmente y abandones para siempre la mentira.
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