sábado, 21 de mayo de 2011

CRECER MÁS Y MÁS

Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros como os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. 1 Tesalonicenses 4:1.

El crecimiento es la ley de una vida saludable. El día que dejas de crecer estas condenado a muerte. Pero, el crecimiento implica dolor. Tal vez por eso, mucha gente se resiste a crecer. Prefiere acomodarse, y vive sin enfrentar desafíos, sin escalar las montañas de la vida.
En el versículo de hoy, el apóstol Pablo había de crecimiento en la vida espiritual. El primer paso del crecimiento es el aprendizaje: "De la manera como aprendisteis", indica Pablo. A su vez, el primer paso del aprendizaje es la ignorancia, no en el sentido de torpeza, sino en el de reconocer que no sabes.
En la vida cristiana, esto te lleva a la Palabra de Dios. El estudio diario de la Biblia es el camino hacia el crecimiento; no el estudio como un deber, sino como la experiencia maravillosa de estar en comunión con Jesús. La Biblia es la carta de amor que Jesús te escribió. Es la manera de comunicarse contigo, de mostrarte los peligros del camino, de ensenarte las veredas de justicia y conducirte al destine glorioso que te tiene preparado.
Pero, al abrir el Libro Sagrado, tienes que renunciar a tus propios conceptos y reconocer que Dios conoce el camino mejor que tú. Este es un proceso que lleva toda la vida; y Pablo llama a este proceso "crecimiento". Dice: "Así, abundéis más y más". La abundancia es el resultado de tomarse los consejos divinos en serio. Dios es un Dios de abundancia. Jesucristo declaró, en cierta ocasión: "He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia". Pero, en la vida espiritual, la abundancia no es el fruto del esfuerzo, sino de la humildad, de la dependencia de Dios y de la sumisión a las enseñanzas de la Palabra de Dios.
Hoy tienes delante de ti un nuevo día. Cada día es una nueva oportunidad; es una hoja en blanco, que Dios te brinda para que escribas una nueva historia; es la oportunidad de corregir los errores de ayer, de extraer lecciones de los fracases y de seguir andando, y creciendo y abundando más y más.
Empieza el día con la seguridad de que el consejo de Dios se ha hecho realidad en tu experiencia. Recuerda las palabras de Pablo: "Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros como os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

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