Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zoray Estaol. Jueces 13:24, 25.
Las cualidades físicas e intelectuales de Sansón fueron extraordinarias. Al igual que otros héroes de la fe, estaba destinado a ser grande, un "superhombre", pero las malas decisiones que tomó en su juventud opacaron esa vida extraordinaria que Dios había planeado para él, y hoy solo nos queda su recuerdo como una débil luz. Las Escrituras solo dedican algunas páginas a este personaje que poseyó una característica única entre los hombres: una fuerza descomunal. Si Sansón hubiera utilizado esa fuerza según el plan divino, quizá tendríamos todo un libro de la Biblia dedicado a su vida.
Dios llamó a Sansón como libertador de Israel del dominio filisteo. ¿Puedes imaginar el ejército que podría haber formado Sansón, si con visión militar hubiera decidido cumplir con su misión? Es más, él solo era casi como un ejército.
Luego de haber quemado los campos de trigo, las viñas y los olivares de los filisteos, Sansón peleó con ellos "y los hirió cadera y muslo con gran mortandad" (Jue. 15:8). Todo el ejército enemigo acampó en Judá para prender al depredador de sus tierras y agresor de sus hermanos, pero al enfrentar a este forzudo, fueron derrotados como si hubieran peleado con una multitud. Sansón mató a mil filisteos con una quijada fresca de asno que halló en el campo.
Entonces, ¿por qué Sansón no logró más victorias? ¿Por qué su vida terminó prematuramente? La respuesta se halla en las distracciones. Sansón decidió hacer su voluntad. Y el que tenía todo a su favor se distrajo con las mujeres enemigas, y lo que no lograron los filisteos con la fuerza de sus ejércitos, lo consiguieron sus mujeres por medio del amor fingido.
Lo asombroso es que el Dios que le impartía la fuerza sobrehumana, no obligó a Sansón a cumplir con su llamamiento ni a mantenerse siempre del lado de la verdad. Le permitió seguir el rumbo elegido, aunque terminara mal.
¿Por qué entonces estudiamos la vida de este hombre si parece un perdedor? Porque el aprendizaje de los errores ajenos nos puede ayudar.
Jamás permitas al enemigo de las almas que te distraiga con diversiones que te hagan perder el rumbo que Dios te ha trazado. Mantén firme la mirada en lo que deseas lograr, y el Dios de paz estará contigo para que alcances tus metas.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Las cualidades físicas e intelectuales de Sansón fueron extraordinarias. Al igual que otros héroes de la fe, estaba destinado a ser grande, un "superhombre", pero las malas decisiones que tomó en su juventud opacaron esa vida extraordinaria que Dios había planeado para él, y hoy solo nos queda su recuerdo como una débil luz. Las Escrituras solo dedican algunas páginas a este personaje que poseyó una característica única entre los hombres: una fuerza descomunal. Si Sansón hubiera utilizado esa fuerza según el plan divino, quizá tendríamos todo un libro de la Biblia dedicado a su vida.
Dios llamó a Sansón como libertador de Israel del dominio filisteo. ¿Puedes imaginar el ejército que podría haber formado Sansón, si con visión militar hubiera decidido cumplir con su misión? Es más, él solo era casi como un ejército.
Luego de haber quemado los campos de trigo, las viñas y los olivares de los filisteos, Sansón peleó con ellos "y los hirió cadera y muslo con gran mortandad" (Jue. 15:8). Todo el ejército enemigo acampó en Judá para prender al depredador de sus tierras y agresor de sus hermanos, pero al enfrentar a este forzudo, fueron derrotados como si hubieran peleado con una multitud. Sansón mató a mil filisteos con una quijada fresca de asno que halló en el campo.
Entonces, ¿por qué Sansón no logró más victorias? ¿Por qué su vida terminó prematuramente? La respuesta se halla en las distracciones. Sansón decidió hacer su voluntad. Y el que tenía todo a su favor se distrajo con las mujeres enemigas, y lo que no lograron los filisteos con la fuerza de sus ejércitos, lo consiguieron sus mujeres por medio del amor fingido.
Lo asombroso es que el Dios que le impartía la fuerza sobrehumana, no obligó a Sansón a cumplir con su llamamiento ni a mantenerse siempre del lado de la verdad. Le permitió seguir el rumbo elegido, aunque terminara mal.
¿Por qué entonces estudiamos la vida de este hombre si parece un perdedor? Porque el aprendizaje de los errores ajenos nos puede ayudar.
Jamás permitas al enemigo de las almas que te distraiga con diversiones que te hagan perder el rumbo que Dios te ha trazado. Mantén firme la mirada en lo que deseas lograr, y el Dios de paz estará contigo para que alcances tus metas.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
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